viernes, 27 de junio de 2014

Voluntad

Vivir como uno desea, o desear cómo vivir. 
Parece lo mismo, pero no lo es, en absoluto.
Dentro de los márgenes, más o menos limitados que nos rodean, hemos de prevalecer, reconociendo lo que nos gusta, lo que hacemos mejor, donde encajamos.
De niños jugamos a vivir, imitando la vida que observamos, eligiendo lo que más nos atrae para crecer dentro de una sociedad, la nuestra, con todo lo que implica.
Pasamos de recrear esa vida a vivirla, creyendo que hemos dejado de jugar, falso: el juego continúa, simplemente, tiene otras reglas. 
Si lo reconocemos, es que todavía no nos ha cercado la vida, pero lo hará, siempre lo hace, porque quiere dictar las normas del juego.
Evitar su influencia, seguir nuestras reglas, alcanzar la meta, es parte de esa voluntad infantil que trastocaba la realidad jugada con sus propios métodos, los que hemos de recuperar para que no gane la Vida con sus imposiciones, sino la que nosotros soñamos.


miércoles, 25 de junio de 2014

Todo pasa

Esta mañana he oído de un buen amigo, "ya qué importa nada, me da igual todo", y es que a veces, es cierto, da igual todo. La sensación de no ser dueño de tus movimientos es cansina y puede llevar a ese n¡hilismo atroz.
Y no hay fórmula mágica ante ese desánimo, cuando uno está así, solo quiere que ese todo pase, sentirse de nuevo uno mismo, aunque esa apatía también es legítima. No es fácil levantarse cada día y enfrentarse a un vacío, un agujero que absorbe las energías y un darse contra la pared diario.
Está en esto de respirar.
Solo se puede esperar, apretar los puños y procurar mirar alrededor. No todo es negro ni blanco ni gris. Ni de colores.

lunes, 23 de junio de 2014

Mitos

Convivimos, desde siempre, con seres imaginarios, el Hombre no sabe, o no quiere, vivir sólo.
Cualquier civilización, por antigua o modesta que haya sido, ha creado dioses, mitos, leyendas, gentes extraordinarias que se mezclan con nosotros, pobres mortales.
No sólo los niños -o escritores y visionarios- ven natural hablar de hadas, trasgos, enanos, ogros, fantasmas, no, cada uno de nosotros nombra diariamente a más de un ser fantástico. Cualquier devota, de cualquier religión, te pone al día en santos y santas, cuyas vidas son híbridos entre realidad y ficción cuando quieras; de fantasmas y fenómenos paranormales o elucubraciones místicas, las puedes encontrar hilados entre cualquier conversación de a pie, sin ir más lejos.
Es cierto, no hay nadie libre de referentes imaginarios, los más cultos o escépticos, irán a buscar sus metáforas en personajes literarios inmortales, pero no por ello, más reales.
Necesitamos ese mundo invisible que nos refleje, nos muestre caminos, enseñanzas y miedos.
¿Qué seríamos sin ellos? Quizá simples criaturas sin norte ni imaginación, quizá aún no seríamos ni Humanos.

viernes, 20 de junio de 2014

No ser siendo

Hay veces en las que se vive fuera de la vida, una suerte de vida donde se observa la Vida, no se es activa; solo testigo de cómo los demás la viven. Una mirada atenta a esas acciones en las que por un motivo u otro no se forma parte. Quieta, te mueves como un fantasma corpóreo, comprobando cómo las personas van evolucionando, dando vueltas y recorriendo trechos, ilusionándose ante esas acciones realizadas que darán lugar a hechos creados desde ellas. Y ves, desde esa barrera, la evolución del tablero vital de esas piezas vivas. Y deduces las partidas, anticipando jugadas, finales, rodeos. Y aciertas porque no estás en él, no eres parte integrante del tablero, solo una pieza invisible que observa, entremezclada entre ellos, visibles y reales, lo que acabará siendo un juego cerrado. Lo que ahora solo es un movimiento tras otro. Vidas vistas tras el velo de la inacción. Solo así se logra comprender lo imposible; el dudoso privilegio de no ser siendo.

miércoles, 18 de junio de 2014

Atentos

Para, escucha con atención..., ¿oyes algo? es tu respiración, y si estás más atento, oirás el latido de tu corazón y si esperas un poco, te escucharás, no dejas de hablarte, de decirte cosas, todas paralelas y simultáneas a tus pensamientos, acciones, movimientos y hasta ideas. Si sigues atento notarás tu cuerpo, los pies en el suelo, las piernas, los brazos moviendo el ratón, los ojos que leen y reciben la luz de la pantalla, quizá te estés moviendo en la silla, ya un poco cansado de estar sentado, pensando mientras lees en lo que tienes qué hacer a continuación.
Shhhh, escucha..., son los ruidos que te rodean, los que hace tu casa, o la oficina, ese ciber café quizá, y huele..., son aromas domésticos, que te reconfortan y te dan seguridad... tus sentidos viven, te muestran el entorno, tu cerebro los descodifica a la vez que enciende tus pensamientos, recuerdos, ideas, planes, y acciona con eficacia todos los órganos de ti mismo que tú no eres consciente de usar o mover, tu pecho se mueve al respirar, tus células se regeneran, tu pelo crece, tus uñas también, estás gastando energía, oxígeno, estás ocupando un lugar en el universo único, sientes, sueñas, lees, piensas, opinas, vives....shhh, atento... escucha la vida.

lunes, 16 de junio de 2014

Canicas

Recuerdo que lo que más me gustaba de las canicas, era su interior; esas formas imposibles como de helados de cucurucho de mil colores, qué figuras más caprichosas. 
Me pasaba horas observando mis preferidas,  las que nunca sacaba a jugar, no fuese que las ganase alguien. Esas las guardaba en una bolsita aparte, de terciopelo azul oscuro que se cerraban con un cordel de raso también azul, más claro; lo mejor para las mejores.
Lo que me intrigaba era cómo se metía dentro del cristal esas maravillas, sería genial sacarlas del encierro, tenerlas en la mano. De ese idea es fácil ver venir la siguiente. Sí. Pero lo complicado era romper solo la cáscara para liberarlas.
Probé con las más feas. Eso no se rompía. Imposible. Pensé atrocidades, entre ellas, usar azoteas y la gravedad; trenes y sus raíles; martillos contra el suelo. Solo quedaron en proyectos, porque ¿y si se paseaba alguien justo mientras la bolita caía, y si descarrilaba el tren, y si rompía el suelo? Las consecuencias posibles me frenaron el intento. Es de agradecer.
No recuerdo cómo pero sé que logré partir, una tarde, una de las canicas. Fue terrible, ahí no había figura alguna: era parte del mismo cristal, no una burbuja que rodease a nada, una amalgama basta de vidrio coloreado.
Aún recuerdo la decepción. Lo que no me ha impedido nunca, empeñarme en buscar el fondo de las cosas.

viernes, 13 de junio de 2014

Nos engañamos

Más de una vez los sentidos nos engañan.
No conozco a quien no haya creído ver o escuchar, figuras o voces que luego han resultado no estar.
Los más temerarios y fantasiosos disparan la imaginación y ven en eso fantasmas, avisos o augurios. Los más científicos y racionales, buscan teorías sobre la captación del cerebro de impulsos más allá de los conseguidos a través de los sentidos. Los imaginativos, idean historias, completan cuentos de miedo, algunos memorables. Y muchos más, lo comparten con los amigos cuando las conversaciones se vuelven más esotéricas.
Desde el déjà vu, hasta las figuras fantasmales, desde los sueños recurrentes hasta los avisos o premoniciones, el ser humano no quiere estar solo, no quiere creer en la soledad terrenal de las criaturas.
Los oráculos, los dioses, el mundo de los espíritus, los extraterrestres, los santos. Cualquier presencia, con o sin explicación, que nos dé la sensación de que todo tiene sentido, de que algo superior a nosotros tiene la clave. Un clavo ardiendo al que aferrarnos desde un sinsentido absurdo diario y unas vivencias inconexas a las que no podemos ni controlar ni dominar.
No nos gusta estar solos en este universo.
Es una soledad devastadora, inútil y espantosa.

miércoles, 11 de junio de 2014

Lo imposible suele ser posible

Se dice que en el hundimiento del Titanic, entre el caos; la búsqueda frenética de unos con otros, mantener el orden riguroso y privilegiado de las personas destinadas a intentar salvarse en esos botes salvavidas insuficientes, no por falta de dinero sino por exceso de orgullo en el diseño de un barco que se creó para no naufragar, se dice que los músicos nunca dejaron de tocar y los camareros jamás dejaron de servir los canapés en bandejas acercándose a las personas con su amable frase, tranquilizadora por lo cotidiano y nada extraordinario, de "¿quiere uno?".
Supongo que eso solo ocurrió, como la salvación, en la cubierta de los de primera clase, donde un cuarteto de cuerda y emparedados de pepino y crema de salmón eran la oferta. Abajo, con las puertas bloqueadas, los de segunda y tercera, no serían amenizados ni con cuerdas ni con delicatessen alguna.
Tampoco sobrevivieron muchos de esa zona para contar la crónica de ese accidente increíble, posible tan solo por la conjunción de varios elementos: la Naturaleza, que siempre esconde lo más terrible bajo la superficie; la falta de pericia y confianza del capitán y la soberbia humana que sobrevaloró su capacidad.
Una tragedia que repetimos a diario.

lunes, 9 de junio de 2014

Difícil

Los problemas, verlos, saber qué hacer, solucionarlos en suma, es de lo más fácil que hay: quién no entiende que un borracho terminaría con su problema simplemente dejando de beber. Es obvio.
Pero ahí está lo duro; en dejar de beber, en dejar de ver a esa persona, o en no comer tanto, en hacer más ejercicio, o en cambiar de empleo, casa, pareja, hábito, ciudad..., lo que es tan sencillo de ver y comprender, es lo más complicado de hacer.
Ni el borracho deja de beber simplemente, ni se cambian hábitos ni se dejan personas. Sabiéndolo, se sigue jugando, bebiendo, robando, impostando, sufriendo con él o con ella, muriéndonos poco a poco atrapados en nuestros propias trampas tan fáciles de ver, tan imposibles de abandonar.
Y así vamos viviendo, muriendo, actuando contra nosotros mismos, desajustando lo que se arreglaría con no mirar atrás, evitándolo, comportándonos de modo opuesto. Pero nos aferramos a los recuerdos, al instante de placer dudoso que nos ata, al yo erróneo. No sabemos liberarnos de nuestra propia condena; la que nos encarcela en lo más profundo de nosotros: la incapacidad de dejar atrás lo que nos impide ir hacia adelante.
Somos la contradicción del propio deseo.

viernes, 6 de junio de 2014

Poema recién publicado en la antología En legítima defensa

CONMIGO SIN TI



Conmigo sin ti.

Palabras que fluyen
bajo un cielo no totalmente azul,
las ramas lo enverdecen.
Ritmos imposibles,
murmullos de vida, contrapunto del silencio.

Contigo sin mí.

El ritmo del tiempo, monótono, implacable,
latido tras latido, segundo tras segundo,
inamovible cárcel de la existencia,
del ser.
Ojos inquietos que indagan,
bajo el sol, azules,
con la luna, grises.
En el silencio está todo,
sólo falta – sólo sobran – las palabras,
ecos contrahechos que más enredan que aclaran.

Con nosotros sin ellos.

La luz se atenúa, la oscuridad unifica.
Sombras que nos confunden.
Espejismos detrás del mundo escondidos,
donde creemos que está todo,
y donde nada existe.
Refugiados tras nuestros sentidos imperfectos
que nos rigen, tiranos.
Nadie debería marcar el ritmo,
nada puede esperarse de lo imposible.
Todo ha de ser creado una y otra vez,
cada vez.

Ellos sin nosotros.

Todo perdurará cambiante.
Segundos acumulados en siglos
que seguirán impasibles,
formulándose las mismas preguntas incontestadas,
tropezándose contra idénticos anhelos,

luchando a contra reloj del tiempo asignado.

miércoles, 4 de junio de 2014

Espejos

¿Los espejos son amigos o enemigos, cómplices o delatores, abismos a otros mundos o precipicios de este?
Creo que son todo eso y mucho más. 
Y qué pocos les han hecho el caso que merecen. 
En general, no hay casa sin uno o más, donde habitan infravalorados; los miras para recuperar una imagen, que si no gusta, deprime y si agrada, anima. Y poco más.
Excepto algunos usos geniales, como Alicia que supo traspasar su azogue, contados artistas han sabido utilizarlos para su arte: pintores, iluminadores, fotógrafos, cineastas, que atraídos por sus posibilidades han reconocido su embrujo, más allá, no les hacemos ni caso.
Qué error.
Ellos poseen la entrada a un universo de reflejos infinitos donde, si les dejamos, nos conducirán a la eternidad; a la repetición imposible de ideas, imágenes y rincones inexplorados a los que desde este lado del espejo, obviamos; ese ángulo imposible de visión caleidoscópica eclipsando lo cotidiano. 
Y qué es la eternidad sino el sinfin de lo limitado.
A eso nos acercan los espejos.

lunes, 2 de junio de 2014

Conversaciones escuchadas

-¿Y adónde va el año viejo?
-A ninguna parte
La niña mira al padre con ojos incrédulos.
-A algún sitio irá.
-No. El tiempo ni se va ni viene. Transcurre.
Unos cuantos pasos en silencio. La pequeña pensando, el padre distraído sin enterarse de la trascendencia de las preguntas de su hija. Cosas de críos que no paran de preguntar.

“¿Qué vas a hacer esta nochevieja?”; “Pues aún no lo sé. ¿Y tú?”; “Supongo que lo de siempre”, “Ya”. Las chicas pasan al lado del padre y la hija. Van arregladas, andando sin prisas. Les sobra el tiempo. 

-Papá, si el año no se va, ¿por qué hay que despedirlo?
-Es una costumbre. ¿Qué había dicho tu madre que comprásemos?
-Leche.
-Cierto.

“Pues yo te digo que esto no pasaba”; “No, no pasaba”; “¡Ay!”. Dos ancianos parados en una esquina, dejan de hablar mirando a la niña y su padre. Sonríen a la pequeña; niños. Hijos. Nietos. Tiempo.