jueves, 29 de diciembre de 2016

Año Nuevo



Es un año que comienza, como empieza uno a cada segundo, pero este cierra calendarios y propone novedades; que lo sean de verdad: buenas, malas, terribles o mágicas, es de lo que está hecho  cada día.
Buen año nuevo, buen día nuevo.

lunes, 26 de diciembre de 2016

Inteligencia

Eso de usar la mente nunca ha estado bien visto. 
Pensar equivale a tener distintas opiniones, defender otras teorías aparte de las vigentes, cuestionar lo establecido, escuchar sin convencer ni convencerse, si no es convincente lo oído. 
Tener la mente activa molesta al resto. Es un hecho. 
Incomoda por muchos motivos, quizá el más obvio sea porque estorba, rompe lo homogéneo, crea resistencia a la corriente suave sin esa voz que destaque, o denuncie, o informe, o muestre lo erróneo de lo normalizado, que no lo normal.
Es de lo primero de lo que se deshacen los que quieren dominar: de los que piensan, analizan y saben. Y ocurre a cualquier nivel, en cualquier época o circunstancia. 
Es odioso topar contra una voluntad distinta, humillante sentirse expuesto; irrita chocar contra ideas distintas, y sobre todo, amarga saberse lejos de ser uno mismo, con lo que se arremete con quien sí lo es.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Gracias

Me sorprende y me emociona cuando alguien me comenta que mis palabras le han gustado, que lo que he escrito le ha interesado o le ha transportado al mundo que esbocé, donde se sumergió desde ese apunte para adentrarse en su propia geografía, con su topografía personal, sus recovecos y sus olores, sólo sugeridos por mi propio mundo trasladado al papel, o a la pantalla. Da igual.
Gracias por decírmelo todos y cada uno de los que lo hacéis, por compartir mis palabras ya completas, porque regresan relucientes por las vuestras.
Gracias.
El día que no lo logre, dejaré, no de escribir, que no puedo, pero sí de compartirlas.


https://www.amazon.es/s/ref=nb_sb_noss?__mk_es_ES=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&url=search-alias%3Dstripbooks&field-keywords=eva+monzon

lunes, 19 de diciembre de 2016

Poema; Ella

No es ella, ya no más.
Ni su cuerpo ni su mirada,
ahora opaca.
No es ella. Ya no.

No se reconoce apagada,
transformada, ¿en qué?
Su pelo sin brillo,
su aliento sin vaho,
su boca sin palabras.

Nunca más seré yo en ella,
sus recuerdos huidos,
muerta la ilusión,
rota contra ese nuevo día
donde ya no será.

Mentira.
Este cuerpo inerte 
vacío de su voluntad,
no es ella,
aunque ayer lo fue.

La vida maneja los cuerpos
que la muerte desmadeja,
aborrecida por los vivos
hasta la náusea.

Lágrimas.
El vacío del cuerpo
abandonado de sí mismo,
ante los ojos que lo vieron vivo.

Ella nunca más será,
nada más, que un instante en mi vida
que también un día me abandonará,
siendo yo, ya nunca más en ella.


jueves, 15 de diciembre de 2016

Fechas para niños

Son fechas extrañas las que se avecinan. De niños no creo que haya nada mejor que esperar con esa ilusión totalitaria infantil que se cumpla lo que se escribió en una carta, a cambio de haber sido buenos.
No creo que sean los regalos en sí los que hagan que los niños se sientan tan entusiasmados, sino que los traigan seres mágicos, personajes de cuento, jueces del Bien y del Mal, seres absolutos como ellos.
Los niños creen. Y esa fe hace que efectivamente, estas fechas sean especiales. Nos contagian a los adultos y nos reducen a los críos que fuimos, casi oímos junto a ellos el paso de los camellos o el ruido del trineo o vemos las siluetas de esos Reyes Magos cargados de regalos; hasta distinguimos entre los demás el que hemos pedido en esa carta con letra infantil, apenas inteligible, bordeada de sueños.
Son días para ellos, para la infancia, para recordar a la familia, sabores únicos, olores jamás repetidos, casas ajenas calentitas, un ir de aquí para allá, y todo eso unido al nudo en el estómago del susto de si nos traerán o no lo que pusimos en esa carta festoneada de azul y echada en ese buzón de correos especial. Como esos días.

lunes, 12 de diciembre de 2016

Si somos

Somos muchos los que intentamos dejar algo detrás de nosotros, una huella que perdure, un intento de que lo que llevamos dentro sirva para otros, que lo que pensamos se materialice en ideas móviles, compartidas, como si así, trocitos nuestros se esparcieran y completaran junto con otros, un trazo mayor; una manera de sentirnos útiles.
Lo que somos, es lo que hacemos, lo que pensamos podría convertirse en actos, por lo tanto en nosotros, y si pudiéramos lanzarnos al viento llegando a los cuatro puntos cardinales, sería como si cumpliéramos un poco con la necesidad que tenemos todos de trascender, de sentir que nuestra vida no es completamente irrelevante ni vacía.
Si somos porque hacemos, mejor hacer algo con lo que somos.

jueves, 8 de diciembre de 2016

No saber

Cuánto se dice sobre el Destino, el Azar, qué de movimientos ha creado: Oráculos, Religiones, Supersticiones.
Desde que los humanos sabemos que vamos a morir, queremos dejar algo detrás y asegurarnos que hay algo más adelante. 
Tenemos consciencia de nuestros actos y sabemos que dependemos de ellos y de algo más; sin saber qué mas, intuimos, o queremos intuir, que no solo contamos con nosotros, si así fuera, la responsabilidad abismal que tendríamos sería insoportable; si solo nuestras acciones fueran el motor del futuro, del presente, de la vida, nos quedaríamos paralizados antes semejante carga; insoportable para un simple humano, para eso se crearon los Dioses, el Azar, el Destino y lo demás, porque si tuviéramos que caminar por el presente atentos a cada minuto, sin saber en cuál se decide nuestro futuro, no seríamos capaces de ser.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Manipulaciones obvias

Se empiezan a ver indicios evidentes de que se acerca la Navidad, no hay supermercado sin turrón a la venta, ni tiendas sin adornos chillones y festivos, todo reclamos para consumir, en resumen.
Y es que la Navidad, esa fiesta que se supone es para reencuentros familiares, buenos deseos, paz, milagros cotidianos y luces de esperanza, hace mucho que se convirtió en disgustos alrededor de una mesa, malhumor, guerra, tropiezos varios y sobre todo, consumo. Mucho consumo. Primero en la mesa, luego en los regalos, más tarde en la fiesta de fin de año, luego en el primero de año, así la tradición queda establecida: este año, aunque sea nuevo, se gasta lo mismo y más, si puedes. Más regalos, cenas fuera, regalos, vestidos, peinados complicados, salas de fiestas abarrotadas, más comida, visitas obligadas...
Creo que el espíritu de las fiestas hace mucho que se esfumó, se convirtió en obligaciones y tarjetas de crédito. Y lo peor es cuando se va, y ves a tu alrededor la tierra quemada; kilos de más, regalos que no gustan o que arruinaron presupuestos, familias más tensas, amigos menos amigos... y todo por querer meter con calzador lo que no se puede: disfrutar de las cosas, de la gente, de regalar y que nos regalen cuando queramos, no cuando un calendario cada vez más interesado nos lo obligue.
Así que, cuidado.

jueves, 1 de diciembre de 2016

Años

-¿Y adónde va el año viejo?
-A ninguna parte.
La niña mira al padre con ojos incrédulos.
-A algún sitio irá.
-No. El tiempo ni se va ni viene. Transcurre.Unos cuantos pasos en silencio. La pequeña pensando, el padre distraído sin enterarse de la trascendencia de las preguntas de su hija. Cosas de críos que no paran de preguntar.“¿Qué vas a hacer esta Nochevieja?”; “Pues aún no lo sé. ¿Y tú?”; “Supongo que lo de siempre”, “Ya”. 
Las chicas pasan al lado del padre y la hija. Van arregladas, andando sin prisas. Les sobra el tiempo. 
-Papá, si el año no se va, ¿por qué hay que despedirlo?-Es una costumbre. ¿Qué había dicho tu madre que comprásemos?
-Leche.
-Cierto.
“Pues yo te digo que esto no pasaba”; “No, no pasaba”; “¡Ay!”. Dos ancianos parados en una esquina, dejan de hablar mirando a la niña y su padre. Sonríen a la pequeña; niños. Hijos. Nietos. Tiempo.