No y nada y nunca y jamás.
Sí y todo y siempre y seguro.
Los contrarios, los opuestos,
los que no se dan
porque ni siempre
ni nunca
están, o son, puros.
Vivimos entre los medios,
los quizá, los podría, lo puede.
Es más desesperante, más real,
agotan.
Lo absoluto, los extremos,
nacer y morir,
siempre y nunca:
los grandes desconocidos.
Los sueños.
La vida se mueve en la mediocridad.
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