Unos días uno se siente invencible, otros vencido.
El día se desenfoca, o se enfoca tan bien, que duele de lo nítido.
Lo que miramos permanece igual, lo que varía es nuestra mirada.
Somos quienes ponemos o quitamos voz. Nos contamos o silenciamos.
Puede que eso haga de nosotros unos invencibles vencidos.
O unos vencidos invencibles.
El día se desenfoca, o se enfoca tan bien, que duele de lo nítido.
Lo que miramos permanece igual, lo que varía es nuestra mirada.
Somos quienes ponemos o quitamos voz. Nos contamos o silenciamos.
Puede que eso haga de nosotros unos invencibles vencidos.
O unos vencidos invencibles.
Depende del día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario