Me gusta cuando los días dejan de tener fronteras y se suceden unos a otros sin pautas establecidas. Me gusta cuando las obligaciones y el ocio se intercalan sin reloj, con naturalidad, incluso sin darse uno cuenta. Me gusta cuando el tiempo no marca, sino que fluye; no ahoga, libera.
Esto se da en muy contadas ocasiones, pero cuando vives de un tirón, realizando, creando, trabajando, riendo, sin distinguir uno de otro, porque todos se dan casi a la vez, es cuando le ves sentido a todo.
Ojalá se pudiera deslizarse por el tiempo y no vivir bajo su tiranía más a menudo.
Esto se da en muy contadas ocasiones, pero cuando vives de un tirón, realizando, creando, trabajando, riendo, sin distinguir uno de otro, porque todos se dan casi a la vez, es cuando le ves sentido a todo.
Ojalá se pudiera deslizarse por el tiempo y no vivir bajo su tiranía más a menudo.
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