Eso de usar la mente nunca ha estado bien visto.
Pensar equivale a tener distintas opiniones, defender otras teorías aparte de las vigentes, cuestionar lo establecido, escuchar sin convencer ni convencerse, si no es convincente lo oído.
Tener la mente activa molesta al resto. Es un hecho.
Incomoda por muchos motivos, quizá el más obvio sea porque estorba, rompe lo homogéneo, crea resistencia a la corriente suave sin esa voz que destaque, o denuncie, o informe, o muestre lo erróneo de lo normalizado, que no lo normal.
Es de lo primero de lo que se deshacen los que quieren dominar: de los que piensan, analizan y saben. Y ocurre a cualquier nivel, en cualquier época o circunstancia.
Es odioso topar contra una voluntad distinta, humillante sentirse expuesto; irrita chocar contra ideas distintas, y sobre todo, amarga saberse lejos de ser uno mismo, con lo que se arremete con quien sí lo es.
Pensar por una misma implica responsabilidad, respeto, coherencia, valor...hay quienes "piensan" que es más fácil vivir siguiendo la corriente porque inconscientemente creen que así quedan protegidos...cuando es justo lo contrario.
ResponderEliminarUn tema muy interesante para debatir.
Gracias, pensar exige esfuerzo y algo de rebeldía o mucha, y ahora mismo, la gente suele buscar lo más cómodo...
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