Es detrás de uno donde está lo interesante, lo que no vemos, lo que dejamos atrás, lo que ni nos dimos cuenta que estaba ahí.
Vamos rectos, atareados con lo del día, olvidándonos de que alrededor está la esencia, lo que al andar apartamos.
Se habla mucho de soñar despiertos, pero poco de despertar los sueños que nos rodean; están ahí. Y nosotros ciegos.
Andar por una calle, no es andarla y ya está, es ver todo aquello que ofrece: esa grieta, la flor que intenta nacer de ella, el olor, las paredes que la acotan, la gente que la transita, las conversaciones que flotan, los charcos que serán barro..., lo que dejamos atrás mientras creemos vivir intensamente yendo de un lado a otro.
Y es que toda una vida no da para ver bien lo que tenemos delante.
Ver para creer, crear,crecer. Gracias eva. Lindo y mobilizador lo que escribes...
ResponderEliminarNi una vida ni dos. Necesitamos unas cuanta para empezar a ver
ResponderEliminarCierto, varias vidas, una de ellas solo para aprender a ver!, gracias a las dos por leerme y comentarme. Besos
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