lunes, 29 de junio de 2015

Días

El día a día se hace eterno si no lo animamos.
La cuestión es que no lo tomemos como algo inmutable y cotidiano; por mucho que tengamos que pasear por él de la misma manera, con el mismo cuerpo, no tenemos por qué, y ahí viene el aderezo, atravesarlo con los mismos sentimientos ni ideas.
Antes de volcar mis emociones y pensamientos en las hojas, en forma de palabras -cosa que hice desde bien chica-, las soltaba, solo que no conscientemente, las llevaba conmigo, como una bufanda, y miraba la vida a su lado, distorsionando las cosas a mi placer; a veces andaba el camino al colegio como pirata herido, otras como fantasma vengador en busca de su asesino, algunas como detective rastreando misterios -y alguno me fabriqué la mar de interesante-, otras como una gran estrella..., cada día a día, una meta diferente, los pasos que me llevaban a la rutina del colegio iban por un lado, mi mente por otra, la diferencia no era el camino era cómo lo veía cada una de mis creaciones.
Y ahí sigo intentando romper como sea el espejismo de normalidad.

jueves, 25 de junio de 2015

Quimeras

Lo que vemos no es nunca lo que es. No solo por la barrera de nuestros sentidos sino por nuestra propia limitación al entender, ver, oír, sentir y deducir.
Somos lo que creemos ser, y no suele coincidir con lo que somos; si nos conociéramos, si pudiéramos encontrarnos fuera de nosotros, igual no querríamos ser ni amigos; creo que nos decepcionaríamos profundamente, porque no coincidiríamos en nada.
Hacer el esfuerzo de comprender que no entendemos, que no sabemos, que la vida no es solo sueño sino espejismo, nos liberaría de la carga de creernos algo más de lo que somos; nadie aun siendo todo.

lunes, 22 de junio de 2015

Compañías

No hacía sol, pero la compañía lo iluminaba todo.
Buscando un buen banco, bajo los árboles, haciendo crujir las piedras, oliendo el césped mojado, mirando un cielo no muy azul no muy gris, se han intercambiado palabras, emociones, recuerdos, mientras se comía una ensalada preparada con cariño, saboreada como merece, cortada entre prisas y rutinas extenuantes, pero no incapacitantes, ya que se está aquí, mejor que en ningún otro lugar, compartiendo años en un instante, intentando averiguar si se ha evolucionad algo durante el paso de los años, si se es quien se fue, cosa imposible, o más bien se es quien se quiere ser; sin la timidez de antes, con la fuerza de la experiencia.
Con el sabor del aceite duro y sabroso, tomando infusiones, no al sol, pero sí bajo él. Hablando de nada, de todo, de ser, de soñar, de esperar que mañana surja otro rato donde eternizarse y poder compartir sonrisas, comida, años y amistad.
Gracias, siempre.

jueves, 18 de junio de 2015

Monstruos

Crecemos, o deberíamos crecer, escuchando cuentos. Nuestra mente se llena no solo de realidades sino de fantasías, y la infancia es el mundo donde se mezclan y conviven sin ningún problema esos dos universos: ogros, brujas, sirenas, casas de caramelo, trocitos de pan, madrastras malvadas, enanos aviesos, troles estúpidos, centauros conviven con maestras, vecinos, padres, abuelos y es más, se identifican con ellos.
El hombre del saco es uno de los más fáciles de trasladar al mundo real. Siempre suele haber un hombre siniestro a quien poderle endosar ese papel.
De chica, en el colegio, rondaba un pobre hombre, eso sí, malcarado, al que los rumores le señalaban como malvado; cuando salíamos de clase le seguíamos y si se giraba, muertas de miedo, corríamos a defendernos de su mirada.
Nos encantaba asustarnos unas a otras en los recreos añadiendo detalles morbosos y cruentos: que si se le vio con una navaja, que si dejaba rastros de sangre, que si el saco se movía, que si a la de cuarto B casi la coge.
Qué fácil era cuando se podía intercambiar una bruja en una vecina, o un ogro en tendero. Ahora, en este mundo adulto donde se supone que la fantasía no ha de existir, lidiar con los temores diarios es más arduo, y sobre todo, menos divertido.

lunes, 15 de junio de 2015

Empatías

Hay gente, suelta y en grupos, que tiende a dar por sentado que se le hagan favores. 
Es una actitud que no se sabe reconocer al principio, solo notas que algo falla cuando te acercas a ellos.
Cuando van en grupo, normalmente dentro de algún grupúsculo religioso, se sienten con el privilegio de que los demás les hagan favores sin sentir la necesidad de la reciprocidad; es lo normal, a ellos se les da; el resto está ahí para eso. 
Es una actitud, que cuando la descubres, la reconoces enseguida. La altivez del amo. Viven la amistad y las relaciones desde la asimetría absoluta del tú estás aquí para servirme, basada en una convivencia grupal de lazos de favores, pero solo entre ellos, entre su propia secta: los demás, como mucho, podemos ofrecerles cosas, ellos nunca a nosotros, los que estamos fuera. Solo faltaría.
Bueno, ahí están.
Los que van por libre también tienen esa actitud de complacencia y falta total de simetría: son personas que no saben devolver sonrisas, ni favores, ni llamadas, ni cariño: solo acaparar lo que les den, elegir entre quienes se les acercan y fomentar el acercamiento de los que les dan lo que quieren en esos momentos, para más tarde, despreciarlos sin más; ya no les sirve.
Es peligroso confundirse con ellas, creerlas amigas, intentar no fallarles. La amistad es algo más profundo y sobre todo, algo menos egoísta.
Dar sin recibir, recibir sin dar es un peso muerto que aplasta a quienes juegan ese juego.

jueves, 11 de junio de 2015

Sesgos


Se tiende a creer lo que se nos dice, más aún si se activa el sesgo de autoridad que ya comenté, se vive sin esa postura crítica que es la que llevó a unos pocos, da igual la época, a cuestionárselo todo y por lo tanto, a avanzar en la Historia, consiguiendo que ese criterio libre les llevara, muchas veces incluso, a la hoguera o en el mejor de los casos, al ostracismo, pero que ahora, desde la comodidad, veneramos.
Lo malo, es que actualmente, dejamos de pensar, no por miedo, sino por simple despreocupación, desidia, o llanamente, por falta de costumbre.
Se tiende a creer, también, lo que nos conviene, si lo que se nos pone por delante es un crítica negativa contra algo, o alguien, que nos perjudica lo aceptamos sin más.
Y aquí estamos en el siglo XXI cometiendo los mismos errores, haciendo eco de lo que se nos dice, haciéndonos cruces cuando quieren y sin más capacidad de crítica, de investigación, de mirar los dos lados de la moneda para luego, ya, decidir, opinar, criticar.
George Orwell, en su 1984, se acercó más que peligrosamente a esa dictadura perfecta basada en la neolengua, en el no pensar por uno mismo, y en el no sorprenderse por las obvias contradicciones de los que lanzan la información.

lunes, 8 de junio de 2015

Oscurantismo

Es una época oscura, más de lo que queremos pensar. 
El ambiente, la gente, los enfoques empiezan a cerrar filas en torno a una individualidad negra; un sálvese quien pueda, un mirar por uno mismo, un embrión que va creciendo con el malestar.
Cierto que también, y sin ser una contradicción sino un refuerzo de la crisis personal, se crean colectivos que arropan y se arropan ante un malestar común, se van haciendo grupos donde el problema de uno se hace de todos, porque a todos les atañe. Y surgen como setas.
No podemos negar que estamos inmersos en un caos del que no se sabe muy bien cómo se va a salir, eso lo sabrán quienes estudien este trozo de Historia, conocerán al empezar el tema el porqué y cómo se solucionó. Porque bien o mal, esta época desestabilizadora se asentará. Lo que no sabemos, quienes la vivimos, es qué hacer, dónde ir, cómo movernos. Estamos presos en y de los sucesos porque son los nuestros; la solución la tenemos nosotros; así que no la vemos.
Mientras tanto los individuos nos alejamos unos de otros, intentando encontrarnos. 
Y no, ahí no estamos

viernes, 5 de junio de 2015

Puertas

Detrás de una puerta hay otra que abres y que da a un pasillo largo y eterno que comienzas a recorrer, las piernas se cansan pero la mente insiste y no las deja flaquear, las distrae pensando en cualquier cosa, y cuando menos te lo esperas, cuando ya iban solas, llegas al final de ese interminable corredor donde quizá hayan transcurrido años, siglos mientras lo recorrías. Te encuentras con que hay otra puerta. La intentas abrir pero no cede. Estás un rato maniobrando el pomo y hasta la golpeas con el cuerpo, pruebas con los insultos, pero no hay caso: no se abre. Miras a tu alrededor pero solo están las paredes que crean el pasillo por donde viniste. Se te pasa por la mente regresar. Los pies aún duelen, la mente rechaza la idea. Te sientas, después de haber intentado de nuevo abrir la puerta que impide que avances. Puede que hasta caigas en un duermevela que te sumerja en la sensación lejana de que habías abierto una puerta que conducía a otra y que esta daba a un pasillo kilométrico que terminaba a su vez en una puerta cerrada donde te acurrucabas a soñar.

miércoles, 3 de junio de 2015

La Torre deBabel

Según la Biblia Dios castigó al Hombre que, por arrogancia, intentó llegar hasta Él, construyendo la Torre de Babel. Desde las alturas, esas que Su creación pretendía alcanzar, maldijo la Palabra y dio lugar a las diferentes lenguas: con eso consiguió el caos de la incomunicación; desde ese momento fueron incomprensibles por tener diferentes códigos.
Pero yo creo que creó el caos más allá de los diferentes idiomas. Lo creó incluso en los mismos lenguajes.
Pocas veces se entiende lo que te dicen, y menos aún sabemos expresar lo que queremos. Las palabras enmascaran los sentimientos, dan coartadas perfectas para escondernos tras ellas. Hablamos mucho pero no decimos nada.
Compartimos lenguaje, costumbres y aún así, solemos malinterpretar a los que nos rodean; si es así dentro de la propia cultura, que no será en otras donde diferentes usos y signos aún nos despistan más.
La genialidad de ese Dios Bíblico de aplastar de raíz la incipiente capacidad de compartir lo que somos a través de las palabras, evitó y evita, que expresemos lo que somos a los demás y a uno mismo. Efectivamente, no nos dejó aproximarnos a Él. Sabio. (Y quizá temeroso y precavido).

lunes, 1 de junio de 2015

Perfección

Es curioso que se diga que un artista llega a la cima de su creación cuando alcanza, por ejemplo: un pintor, un cuadro en blanco; un escritor, una frase mínima con la quintaesencia del todo; un músico, tres notas condensadas en ellas la música de las esferas.., es decir cuando lo que creas roza la Nada: la esencia del todo dicho con nada.
Puede ser, sí, a lo mejor la búsqueda de uno mismo, de la vida a través de la disciplina elegida, del porqué de las cosas, nos lleve de la ilusión de crear, a crear investigando y desplegando todas las etapas, para acabar donde se empezó: en nada.
Quizá el recorrido valga la pena, porque ciertamente, no se vuelve al mismo punto, se ha dado la vuelta al mundo, al propio universo, y si se parte sin nada para regresar con nada, no se puede negar lo mucho que se vio de todo.