jueves, 28 de abril de 2016

Poderes


El otro día escuché esta conversación entre dos niños; "¿Tú qué superpoder prefieres tener?" el otro niño, como si eso de tener superpoderes fuera tan fácil como pedirlos a los Reyes Magos y que te los dejaran al lado de las zapatillas, junto al agua y la comida que se pone para refrescar a sus camellos, le contestó muy convencido, "Yo quiero ser invisible"; "Ah, sí, también está guay" y se ensimismó en las ventajas de una cualidad que parecía no haber tenido en cuenta; "¿Y tú, tú que superpoder te pides?"; "¡Ua, a mí me gustaría volar.", "Sí, la verdad es que sí." y se quedaron callados un rato, volando y paseando sin que les vieran. "Jo, ¿y no se podrían tener más de un superpoder?"; "No sé, no creo, ¿no?" "¿Y por qué no? Mira, yo quiero volar y viajar en el tiempo, siempre siendo invisible, claro, para no montar líos."; "Claro, claro, no es cuestión. Pues mira, yo quiero volar y poder atravesar paredes." "¿y eso de las paredes para que sirve?"; "Buah, que pregunta, tu imagínate que puedes atravesar paredes... ¿a qué mola?"; "Sí, tienes razón, mola."
Y ahí los dejé, tenía que cruzar, y no podía acompañarles más trozo en sus ilusiones, eso sí, cruzando me sorprendí pensando en cuales eran mis superpoderes favoritos y apuesto a que alguno de vosotros también ha pensado en cuál sería el suyo...¿me equivoco?...

lunes, 25 de abril de 2016

Fronteras

Somos la frontera entre nosotros y lo que son lo otros.
Actuamos, pero las consecuencias se escapan al radio de acción de uno, se esparcen, rebotan, y conmueven a los demás, queramos o no. Somos protagonistas y observadores de esa misma acción por igual, lo que hacemos, a veces regresa como un boomerang, otras ataca por la espalda, muchas ni sabemos de sus consecuencias, las menos no tienen. Cada minuto lo único que lo enlaza a nosotros con el siguiente es la memoria de lo que hicimos, de lo que trajo después, y al no tener el don, o la maldición, de volver sobre los pasos dados, vamos poniendo un pie tras otro creando acciones y reacciones.
Somos ese punto que al moverse es línea y que dibuja algo imposible de entender sin todos los demás puntos que lo van enlazando. Somos nosotros y los otros, nunca diferentes aún a pesar del entorno, quizá condenados a repetir lo que hicimos si pudiéramos rehacer lo hecho.

jueves, 21 de abril de 2016

No la dan

Los vivos necesitamos de los muertos para encontrar un sentido a la muerte. Los cuidamos y mimamos, les compramos nichos, ataúdes, panteones cómodos y lujosos. Les llevamos flores, los invocamos desde tableros, rezos, fotos que presiden salones o llenan cajones, entre pétalos secos. Los llevamos en el recuerdo, entre las palabras cuando añoran, en los momentos cuando algo vivo nos los trae.
Es como si no quisiéramos admitir su marcha, su huida casi a traición de una vida que nos impone un final. Los vestimos de fantasmas y apariciones, letras, colores y notas. No les dejamos ir, nos negamos a quedarnos solos, esperamos de ellos que nos digan, al menos, qué nos espera, qué tienen ellos que no tenemos nosotros, los vivos.
Les demandamos una respuesta. Y no nos la dan.

lunes, 18 de abril de 2016

Poema: Tiempo

Las horas, implacables,
van reduciéndose a segundos
mientras vamos errando,
dejando atrás briznas de vida,
sin posibilidad de retorno.

Buscamos un resquicio
por donde huir, intentando ser,
mientras el tiempo crea distancias,
mezcla sentimientos, quema pasiones,
cura heridas, abre otras.

Nos saluda con los primeros lloros.
Nos ata con lágrimas a cada paso,
liberándonos, siempre demasiado pronto,
a llantos, estos últimos de otros,
ahora, ajenos,
antes tan cercanos.



jueves, 14 de abril de 2016

Intentos

El intento de todos por realizarnos, sentirnos contentos en nuestra piel, trascendernos, entender... el intento de vivir con sentido nos hermana, aunque nos diferencia, ya que cada uno comprende ese intento a su manera.
Hay factores comunes en esa búsqueda, pero muy superficiales, aunque por fuera parezcan lo mismo al comentarlos, pero no lo son; ya que somos impenetrables, lo que decimos se aleja ya de lo que pensamos, nos comportamos con papeles que vamos aprendiendo a interpretar, los contextos mandan, somos islas entre islas, a veces con más fortuna, a veces con menos. Podemos estar muchas de estas islas juntos, pasar buenos ratos, compartir tramos de vidas, trabajos, ilusiones... pero en el fondo, no acabamos ni de conocernos ni de darnos a conocer. Algo hay en cada uno que no sale a la superficie.
Somos desconocidos aún compartiendo espacio, quizá ese intento de ser, es lo que nunca intentamos ver.

martes, 12 de abril de 2016

Espacios

De un espacio a otro no hay tanto.
Aunque en el traslado te llevas contigo, sólo cambia el escenario. Eres más tú, quizá, fuera de tu propio ámbito. Has de moverte en un entorno diferente al acostumbrado, te pones a prueba. Es todo un reto.
Otro tiempo, otro momento, diferentes calles, idiomas, gentes. Visitar en horas, lo que antes constaba días, meses. Ir alegremente a lo que antes se enfrentaba con susto, y testamente hecho, es una de las ventajas de la técnica. Magia: ahora aquí, ahora allí.
Aún así, a ti no te dejas, sólo abandonas, por un tiempo, la rutina diaria, para al llegar, adornarla, mejorarla y soñar con el siguiente espacio, lejos de todo, menos de ti mismo.

viernes, 8 de abril de 2016

Presentación de El día a día



Primera presentación de El día a día.
Gracias.

jueves, 7 de abril de 2016

Equilibrios

Cuando se es pequeño se juega a imitar lo que hacen los adultos; los niños se convierten en profesionales de las actividades de sus padres: son carniceros, profesores, médicos, porteros. Aprenden del mundo que creen mágico.
Luego crecen; ese universo pierde el encanto de la libertad porque se han de introducir de verdad: han de elegir ser portero, profesor, médico o carnicero. 
El juego pasa a ser obligación, los sueños sobre la actividad adulta se nos caen encima: no corresponden con la idea romántica que teníamos; la lucha, los obstáculos, lo que rodea al proyecto lo supera: Enseñar no es solo ayudar a entender la vida a los alumnos, es bregar con ellos, es acatar normas, programas, ideas enfrentadas, compañeros complicados. Ser carnicero no es solo cortar la carne, pesarla, envolverla en ese papel de estraza tan interesante que cruje, sino pelear por los mejores precios, pagar impuestos, sobrevivir a la competencia. 
Es lo que es, y de ahí hemos de aprender a que, vivir no es solo vivir, es encontrar el equilibrio entre lo que se quiere y lo que se tiene, renovándolo constantemente porque la vida siempre tiene otros planes aparte de los nuestros.

martes, 5 de abril de 2016

Terrible por lo absurdo

Hay un hecho histórico en la antigua Albania comunista con el que me topé leyendo y que me ha impresionado, por lo literario y absurdo y terrible.
En las prisiones abarrotadas durante el Terror de "políticos", todos aquellos ciudadanos acusados de contra- revolucionario y metidos en los gulags bajo el epígrafe 58.
Pues en Albania, esos presos debían cumplir condena, aún de muertos.
 Es decir, si cuando morían no habían acabado la condena, que solían ser de quince años para arriba en unas condiciones infrahumanas, los enterraban en el suelo de la cárcel. Además, separados, como en las celdas, dependiendo de los años que les quedasen. Y una vez expiada la culpa, los familiares podían ir a buscarles, ataúd (o bolsa grande, dependiendo del dinero) en mano para recoger los restos, ya bendecidos por el Estado.
Eso es cumplir a rajatabla con las normas.
Los humanos llevamos al límite lo impensable, no sé si somos ridículos, absurdos o simplemente, eso, humanos.