martes, 28 de septiembre de 2021

Sombras

  





Es la historia de una secta que termina mal, y es por ese drama final por donde empieza la novela.

Solo sabremos qué y por qué ha sucedido cuando terminemos de leer los fragmentos, aparentemente sin orden cronológico, con los que está escrita. Son ellos los que, al unirlos, nos desvelan el porqué de todas esas muertes.

La novela aborda la manipulación del ser humano y de su necesidad de serlo. De cómo todos nos situamos en la posición que más nos acople, ya sea la del manipulador o la del manipulado, pero también del intercambio de esas posiciones.

La estructura es como un juego de espejos, que siempre nos lleva al principio del drama, uno que se sabe nada más empezar, y al que se le van añadiendo sucesos que irán dando la información necesaria para entender qué sucedió.

Es una novela hecha de retazos aparentemente desorganizados en el tiempo pero que, como piezas de un puzle, todos tienen parte de la información que dará significado a esa realidad.

La novela tiene distintas capas, diferentes ángulos para enfocar mejor lo que cuenta. Por un lado, está la secta con las distintas historias de sus miembros más antiguos, lo que estuvieron ahí desde el principio, antes de ser una comunidad. Y por otro, las historias de quienes la levantaron, los que la crean.

Otro de sus ángulos está en quienes lo investigan a lo largo del tiempo, y quienes lo mediatizan, creando un circo más que una noticia.

Y como nada sucede en el vacío, las vidas de las gentes del pueblo donde se establece la secta son parte necesaria para comprender esos muertos.

La novela entra y sale de las vidas y acciones de cada uno de los personajes implicados en el drama, ya sea directa o indirectamente. Todas esas vidas están conectadas entre sí, porque las consecuencias de sus acciones son las que crean ese final, como docenas de aleteos de mariposas provocando huracanes.

Cada vida que se cuenta es parte responsable de esas vidas muertas. Y es el lector quien va uniendo las piezas que, aunque siempre lleven al principio, jamás dejan de aportan algo más para comprender qué les ocurrió.

Es un mosaico disperso entre el tiempo y el espacio acotado por la muerte de los componentes de una secta, nada memorable, que solo tuvo su momento de gloria justamente por ese final.

Las acciones siempre tienen consecuencias, y si juntas muchas, todas dirigidas hacia el mismo momento y lugar, lo que sucede suele ser notorio. Para bien o para mal.


https://www.casadellibro.com/libro-sombras/9788418183492/12452179

 

 


martes, 21 de septiembre de 2021

Ni

Parar para parar.
Mirar para mirar.
Hablar para hablar.
Sentir para sentir.
Algo tan fácil
se hace tan difícil
que ni paramos
ni miramos
ni hablamos 
ni sentimos.
Ni somos.

martes, 14 de septiembre de 2021

Soñar

Detrás de una puerta hay otra que abres y que da a un pasillo largo y eterno que comienzas a recorrer, las piernas se cansan pero la mente insiste y no las deja flaquear, las distrae pensando en cualquier cosa, y cuando menos te lo esperas, cuando ya iban solas, llegas al final de ese interminable corredor donde quizá hayan transcurrido años, siglos mientras lo recorrías. 
Te encuentras con que hay otra puerta. 
La intentas abrir pero no cede. 
Estás un rato maniobrando el pomo y hasta la golpeas con el cuerpo, pruebas con los insultos, pero no hay caso: no se abre. 
Miras a tu alrededor pero solo están las paredes que crean el pasillo por donde viniste. 
Se te pasa por la mente regresar. Los pies aún duelen, la mente rechaza la idea. 
Te sientas, después de haber intentado de nuevo abrir la puerta que impide que avances. 
Puede que hasta caigas en un duermevela que te sumerja en la sensación lejana de que habías abierto una puerta que conducía a otra y que esta daba a un pasillo kilométrico que terminaba a su vez en una puerta cerrada donde te acurrucabas a soñar.

martes, 7 de septiembre de 2021

La noche

Es tarde, muy tarde, la noche llena completamente el espacio silencioso, te dejas ir, pensamiento, ideas; palabras dichas en silencio.
La noche, zona mágica, oscura, tenebrosa, peligrosa, frontera del día. Dicen que si estás muy enfermo y logras llegar hasta el alba, sigues un día más. La noche, qué extraña parte del día. 
Ayuda a asimilar la visto en la luz, a reordenar secuencias, idear planes, sosegar impulsos, encender, torcer. La noche, usada como metáfora tanto de lo siniestro y equívoco, como de lo sereno y tranquilo.
Se la puede llenar de uno mismo, de gente, de ilusiones, de decepciones, de amor, de odio. Tiene normas propias, otro ritmo, otra pausa, otra capacidad para crear, más lúcida y a la vez menos válida. Las anotaciones tomadas a oscuras, en duermevela, se desvanecen con la luz del sol, quedando chicas, tontas, decepcionantes, sólo sirven en las sombras de donde salieron.
Una música sigue lejana, nota tras nota, engarzadas en la armonía que las contiene y de la que se sirven para ser. Noche, silencio, música que lo rompe, ideas que con la luz perderán su magia. Esperemos que no del todo. Al menos, la noche nos las trae. 
Que la luz no rasgue por completo lo que nos trajo la oscuridad.