martes, 31 de diciembre de 2019

Feliz año

Y de nuevo un año, mal llamado viejo, que se va, para dar paso a otro, también mal nombrado nuevo, porque el tiempo es un continuo en el espacio, y ese espacio es por donde nos movemos para vivir nuestro tiempo. 

En todo caso, que estas nuevas horas sean unas que sepamos llenar con nuestro tiempo y espacio.


martes, 24 de diciembre de 2019

Mensajes vivos

Leyendo sobre el pueblo armenio, que también le tocó vivir el horror de su genocidio en este siglo pasado, supe historias de sus deportaciones contadas con esa magia, entre superstición y fe, característica de ellos; sus andares bajo el terror lo llevaron con una dignidad serena.
Una de las historias es la que fragmento ahora: para comunicarse entre las distintas zonas donde iban siendo arrastrados y ubicados utilizaron un método de lo más ingenioso.
Llamaban a uno de los niños huérfanos, los padres no les dejaban irse de su lado, que aún tuviera fuerzas y dándole comida para el trayecto y órdenes detalladas de cómo moverse por la noche hasta llegar el emplazamiento final, le limpiaban la espalda, y lo hacían tumbarse con los brazos en cruz. La piel sin grasa por la falta de alimentos era perfecta para hacer las veces del papel, le escribían con una pluma toda la superficie hasta la rabadilla, y el niño aguantaba el dolor, al principio más soportable, luego menos, de la punta de la plumilla rasgando su espalda. Una vez terminado el mensaje, se le ensuciaba la piel con lodo para que no se viese lo que llevaba si lo apresaban y lo mandaban al otro lado, con la advertencia de que si lo iban a coger se tirase al río Eúfrates, por cuyos márgenes iría hasta el campamento, para que mojada, la piel escupiera la tinta y nadie leyese lo que no tocaba. A la vuelta era el mismo proceso.
Mensajeros de mensajes vivos.

martes, 17 de diciembre de 2019

Paz


Esa paz cuando tocamos lo intangible,
cuando escuchamos lo inaudible:
el canto del viento,
el murmullo de las hojas,
el baile del agua,
el moverse del mundo,
el girar de las estrellas,
el silencio de los astros,
el fondo del tiempo.
Esa paz cuando lo intangible nos toca.

martes, 10 de diciembre de 2019

Ausencia


Vivir tu ausencia
ese dolor anunciado
desde el primer encuentro.
Ese saber que todo acaba
porque empieza.
El espejismo que entre dos
nace  para olvidar
que, aunque se desee,
el deseo no vence al deseo
de jamas vivir tu ausencia

martes, 3 de diciembre de 2019

Palabras

A las ideas las vestimos de palabras,
perdiendo parte de su significado,
para que las entendamos.
Las palabras imperfectas
ahogan, lo que sin ellas,
nos mostraría lo que somos,
lo que no sabemos
ni conoceremos:
Que las palabras 
son un instante del infinito.
Y que el infinito
lo contiene un instante.

martes, 26 de noviembre de 2019

Ya no

Cuando somos adultos
nos vemos igual que cuando 
fuimos niños.
Lo que cambia es la falta de fe
en los sueños que tuvimos.
En los sueños que ya
no soñamos.

martes, 19 de noviembre de 2019

A pesar

Esa insatisfacción vital.
Ese bordear el vacío
para no caer,
para cegarse,
para creer que no es,
que no está,
que somos sin él
a pesar de él.

martes, 12 de noviembre de 2019

Lo normal

La normalidad es lo anormal,
buscarla es matar lo que nos distingue.
No somos los mismos nunca
ni a cada año
ni a cada minuto.
La normalidad anula cada variación 
de ese yo cambiante.

martes, 5 de noviembre de 2019

Sueños

Los sueños, sueños son
y son lo que soñamos
para, al despertar,
no despertar demasiado,
para no romperlos del todo
para que esos sueños
sean sueños despiertos,
para que los días
no se oscurezcan
sin ellos.

martes, 29 de octubre de 2019

Naces

Naces
eres
evolucionas
o no.
Creces
serás
recuerdas
o no.
Maduras
fuiste
piensas
o no.
Eres
sabes
recuerdas
piensas
has sido 
y serás.

martes, 22 de octubre de 2019

Querer

Querer vivir
y no poder.
No poder
por estar vivo.

Querer llegar
y no poder.
No poder
por estar en camino.

Querer parar
y no poder.
No poder
para seguir vivo.


martes, 15 de octubre de 2019

Rodearse

Rodearse de nada,
del silencio del viento
entre las hojas,
del murmullo de insectos,
del correr del agua.
De nada.
Rodearse de otros pensamientos,
de ideas silenciadas
entre el tiempo,
del susurro de los sueños,
del andar del universo.
De nada.

martes, 8 de octubre de 2019

Querer

Querer reconocerte en otra mirada
en esos ojos que miras
y te miran
y te ven.

Querer que siempre te vean así,
mirándote mientras los miras
dando sentido a todo.

Querer que te vean sin que se desvanezca 
el sentido que te dan
-que les das-
al reconocerte en otros ojos.

Que otros ojos te recojan
y no te suelten
dura lo que dura un parpadeo, 
aunque este sea eterno.

martes, 1 de octubre de 2019

Detrás


Tras la palabra
no hay nada
sino el recuerdo
de la idea
la emoción
el instante 
que nombró.

martes, 24 de septiembre de 2019

Saber


Sin saber qué hay que saber
se sabe.
Sin sentir qué hay que sentir
se siente.
Sentidos sin sentido,
ignorancia que sabe
que siente aun sin tener sentido.

martes, 17 de septiembre de 2019

Ecos irreales

Superamos la realidad
refugiándonos bajo ella
tras lo irreal,
los sueños,
las ilusiones,
la esperanza.
La realidad por sí misma
no basta,
o simplemente, sobra.
Se supera lo real
desde la realidad imaginada.

martes, 10 de septiembre de 2019

Seguro

Nada hay más seguro
que ese cambio constante,
que inconstantemente, 
late bajo la rutina
que no lo es,
que solo lo aparenta,
porque nada hay tan seguro 
como que nada es seguro.

martes, 3 de septiembre de 2019

Billy Elliot, el musical


Mamen García todavía sigue siendo Mamen García mientras me acompaña por dentro del Nuevo Teatro Alcalá. Ahí ya están todos los que, como ella, en menos de dos horas, dejarán de ser ellos para ser otros; es la magia de la escena.
Camino a su lado por donde no suele ir el público saludando a quienes me presenta, hasta el patio de butacas; ya sé dónde me sentaré. La sigo un ratito más. Llegamos a una puerta, la que separa la realidad, donde solo entran ellos, los magos. Me despido de Mamen, porque a quien veré dentro de un rato será a la Abuela de Billy.
Regreso sola a la salida escuchando el eco de ese escenario vacío que recuerda, que anticipa. Oliendo el inconfundible olor de los teatros: a tiempo y emociones.
Salgo. En una hora entraré para no ser yo; como ellos, seré otra: seré testigo de la vida de Elliot.
Ya estamos sentados, no hay ni un asiento sin ocupar. La gente habla, se crea esa tensión de antes de empezar lo que se ha venido a ver. Como los músicos, el público se prepara, se oyen voces, tonos, escalas, risas, hasta que se avisa que va a comenzar. Y comienza.
A partir de ahí, con los primeros acordes, las primeras conversaciones, te vas metiendo en esa vida para alejarte de la tuya. Es a lo que se viene; a olvidarte de ti, a ser ellos. Y eso lo consiguen desde el primer momento.
No es nada fácil contar los tres planos de la realidad de Billy en un escenario: el momento social de crisis, desplegado en las vidas de los mineros. Las relaciones de los miembros de la familia Elliot tanto entre ellos como con los demás mineros, y la trama que lo sostiene todo: ese posible futuro nuevo y sorprendente del hijo menor de los Elliot que desea algo impensable en esos momentos.
Esos tres planos dependientes entre ellos y, a la vez, separados, se logran representar perfectamente: la coreografía está supeditada a la historia y no al contrario. Los actores dominan tanto la interpretación, como la voz y el baile, todos son buenos: la profesora -Natalia Millán-, que hace saltar la chispa abriendo los ojos al niño, es una estupenda actriz, cantante y bailarina que le da al personaje la personalidad adecuada: dura y tierna.
El padre -Juan Carlos Martín- buen actor que sabe meterse en la piel de ese hombre tosco, que aun sin comprenderlo del todo, termina aceptando la ilusión de su hijo, hasta el punto de traicionar sus propias convicciones y las del otro hijo -Adam Jeziereski-, que no se lo permite y quien, aun queriendo cegarse por esa situación ya muerta, anima al hermano, creando un personaje rotundo y creíble.
La abuela -Mamen García- que da vida, de un modo genial y agridulce, a esa mujer que le tocó vivir la tragedia de tantas, pero sobrellevada desde las ganas de vivir y el humor, uno que, junto con la pianista de la clase de baile- Aránzazu Zárate- metida en ese personaje algo brutote y entrañable, y el amigo de Billy, Michael -Álvaro de los Santos-, brillante en su papel de ese otro niño distinto del resto, dan, los tres, el contrapunto al drama con un humor ácido y agudo.
Y por supuesto, Billy -Pablo Bravo-, que está en medio de todo sin quererlo y sabe ser el centro con su magnífica actuación; bailando es realmente bueno.
También mencionar a la madre -Noemí Gallego- con una voz increíble, al bailarín que hace de Billy adulto -Jerónimo Ruiz- con un número difícil y bien resuelto, a las niñas, a los policías, a los mineros. A todos y cada uno de los caracteres que están vivos gracias a quienes los interpretan.
Los números musicales, las coreografías envolventes donde se juntan varios momentos de la realidad, como la clase y la huelga, o el desespero de Billy y la carga policial, están muy logrados.
Los escenarios, sobre todo, el de la casa, son ingeniosos y nos meten donde quieren: en la vivienda de la familia, la calle, las aulas, el teatro londinense... Las luces, el sonido, todo ayuda a que no se note el trabajo duro de cada foco, cada vibración, cada espacio, cada nota. Sin olvidar a los músicos que son quienes, dirigidos por Joan Miquel Pérez crean, invisibles al público, la música: los grandes olvidados, a veces. Los grandes protagonistas de los musicales.
Ellos, todos y juntos, son quienes logran que la historia de un niño que desea bailar sea parte de nuestros recuerdos.
Gracias.

martes, 27 de agosto de 2019

Aun así

Se vive, ¿para qué?
¿Qué tiene la vida 
para que se desee vivirla?
Se vive, ¿cómo?
siempre arrepentidos de
lo hecho, de lo no hecho,
siempre anhelando
siempre en descuerdo,
pero se vive, ¿para qué?
¿Qué tiene la vida
que nos vive
sin que podamos vivirla
como la viviríamos,
y aun así, la vivimos?

martes, 20 de agosto de 2019

Para

Parar para parar.
Mirar para mirar.
Hablar para hablar.
Sentir para sentir.
Algo tan fácil
se hace tan difícil
que ni paramos
ni miramos
ni hablamos 
ni sentimos
con lo que ni somos.

martes, 13 de agosto de 2019

Soledad

Soledad,
ese estado tan desprestigiado
tan necesario 
tan odiado.
Esa calma que muchos temen
porque es donde habitan las ideas,
donde descansa el yo de otros yo,
donde hay paz, esa paz
que muchos buscan en el ruido
por huir de esa soledad
donde están sin estar.

martes, 6 de agosto de 2019

Ahí

Más allá del fondo,
en el abismo más profundo
en el que nos ocultamos,
hecho de lo que hundimos al aprender
que para sobrevivir hay que crecer
y que crecer mata los sueños.
En ese fondo sin fondo, habitamos.

martes, 30 de julio de 2019

Porque ahora

Cuando más duele
más añoras lo que ahora daña,
lo que, cuando no lo hacía,
ni sentías que te hacía feliz;
solo lo entiendes cuando duele,
cuando ya no está,
cuando sabes lo que no sabías:
que antes no dolía porque eras feliz.

martes, 23 de julio de 2019

Cuando

Cuando no queden ni las palabras,
porque ni expresan ni consuelan,
porque ya no te acercan a ti
ni a otros,
porque olvidaron significar algo,
porque se dejaron morir.
Cuando ni las palabras queden,
desapareces.

martes, 16 de julio de 2019

Ecos del recuerdo

El eco de un recuerdo,
fantasma borroso
que refleja lo que no fue,
que muestra, transparente,
lo que quisimos que fuese.
Los ecos del pasado
permanecen,
retumban contra la memoria
expandiéndose,
astillándose
se nos clavan en la ilusión
de lo que fue,
de lo que queremos que sea
vivido y recordado.
Ese eco imaginario 
que nos recorre
esperando su momento
de volver a ser 
el eco de un recuerdo.

martes, 9 de julio de 2019

Somos

Somos lo mismo,
ese temor a no ser,
esa torpeza de ser.
La búsqueda de algo,
de alguien
que nos dé sentido,
la decepción del desencuentro,
de la realidad contra los sueños.

Somos lo mismo, 
somos el equilibrio 
entre lo que queremos
y lo que obtenemos,
entre la desesperanza 
y las ganas de ser en
esa vida que nadie quiso,
que tenemos. 

Somos lo mismo 
por tener que ser.