martes, 27 de marzo de 2018

Apreciaciones

Lo que vemos no es nunca lo que es. No solo por la barrera de nuestros sentidos sino por nuestra propia limitación al entender, ver, oír, sentir y deducir.
Somos lo que creemos ser, y no suele coincidir con lo que somos; si nos conociéramos, si pudiéramos encontrarnos fuera de nosotros, igual no querríamos ser ni amigos; creo que nos decepcionaríamos profundamente, porque no coincidiríamos en nada.
Hacer el esfuerzo de comprender que no entendemos, que no sabemos, que la vida no es solo sueño sino espejismo, nos liberaría de la carga de creernos algo más de lo que somos; nada aun siendo todo.

martes, 20 de marzo de 2018

Contracorriente

Siempre se ha necesitado ser aceptado, es parte de la evolución. 
El ser humano es un animal social; eso le ayuda a sobrevivir. Dentro de la sociedad, cada una con sus normas, pautas, creencias, historias y arte, nos desarrollamos entretejiendo y ajustando cómo somos, a lo que nos dejan ser. Todo está contemplado, incluso los marginados, los inconformistas, los extremistas, son parte del entramado.
Lo que se observa ahora es un abuso, enfermizo incluso, de esa necesidad de aceptación. Se aborregan las opiniones con mucha más facilidad, se aplaude cualquier estupidez solo para creer que, así, se logra ser parte de algo. 
Se maneja perfectamente la maquinaria del pensamiento. 
Eso siempre ha existido, hay ejemplos en cualquier época, bajo cualquier régimen, pero ahora, lo asombroso, es que se usa para eventos de lo más necios. Es un pan y circo nada exigente. 
Las gentes se conforman con tan poco, que los que mueven los hilos, han de estar encantados.
Nos cavamos nosotros mismos las tumbas, las que contienen la libertad de pensamiento y, sobre todo, la libertad de ir contracorriente.

martes, 13 de marzo de 2018

Crisis

Se está más seguro en terreno conocido, aunque sea malo. 
El cambio siempre asusta, nos aferramos a lo que tenemos por el miedo a lo desconocido, preferimos aquello que nos ata antes que lanzarnos al vacío de lo nuevo.
Es como trabaja la mente humana: nos retiene en las rutinas que ya conoce porque así maximiza sus recursos, es adaptativo, hasta que deja de serlo, hasta que el inmovilismo cómodo para ella, es peligroso para nosotros. En este punto comienzan las crisis. 
Se las teme, pero es el último medio que tiene este cerebro nuestro para evitar el sobre esfuerzo de reestructurarse.
Hay que ser valientes, hay que enfrentarse a la propia mente, la propia pereza ancestral y dar el salto; buscar la novedad alejándose de lo que nos atasca. 
Ir hacia lo desconocido es ir hacia lo que conoceremos. 
Desde ahí se avanza.

miércoles, 7 de marzo de 2018

A pasos

Paso a paso, pie tras pie, mirando a lo lejos, fijándonos en lo cercano, a veces, girando para echar una última ojeada a lo que dejamos atrás, recorremos segundo a segundo lo que será inamovible.
Y solo una vez. 
Y solos. 
Que nadie venga a decirnos que es ahí o allá donde tenemos que pisar, porque nadie lo sabe, ni los que nos lo indican, ni nosotros. Solo andamos dependiendo de lo que vamos aprendiendo o acumulando, será nuestro error y nuestro acierto, ser o dejarnos llevar; andar o parar; quejarnos o no hacer demasiado caso, el justo, el necesario para no parar, porque aunque nos dejemos caer, los segundos siguen, aunque nos detengamos el tiempo no lo hace. La vida sigue sin nosotros. Y no debería ir sola, las expectativas del camino son a veces el mismo lastre, otras el motor. Qué difícil acompasar el ritmo de los sueños, realidades, desilusiones y esperanzas al paso de un camino hecho de tiempo. El nuestro.