miércoles, 30 de abril de 2014

Cambios geográficos

Días de encuentros, renovaciones, propuestas interesantes, de cerrar trabajos y de abrir otros. Pero no porque acabe un año, sino por el cambio geográfico.
Volar lejos de la rutina siempre nos instaura en otra dimensión donde siendo los mismos, no los somos, haciendo lo de siempre, sabe diferente: Levantarse en otra cama, oler otro café, pasear con los mismos pies otras aceras, renueva. Te acerca a ese lado inquieto que lo cotidiano, asututamente para que no se te le escapes, te esconde.Cierto que mientras recorres esos planes con la ilusión de la novedad, ya casi hechos en la mente mientras te asomas sorprendiéndote de cada esquina, te crees dueña del destino, y que cuando los estés mirando, otra vez desde tu día a día, no solo no estarán tan claros sino que tenderán a alejarse, a desvanecerse en lo improbable.
Es entonces cuando no hay que darse por vencida y darles alas, esquivando el intento de lo habitual que querrá atarte a su lado.

lunes, 28 de abril de 2014

Ver lo que hay

No es lo que hay, es lo que vemos.
El entorno es el mismo, pero no la capacidad de aprehenderlo. Ya no por las diferentes especies; una mosca no tiene la misma imagen de esa flor que una abeja, un perro o un humano, sino entre ellas. Yo no admiraré en ella, lo que a ti te llame la atención, incluido ni darse cuenta de su presencia.
Ahora con la facilidad de mostrar imágenes del mundo entre el mundo, comprobamos que ese rincón que recoge esa foto se te hizo invisible mientras visitabas esa ciudad, asombrándote de haberlo pasado por alto, con lo hermoso que es.
Y es que, no es lo que hay, es lo que vemos.
Qué pocos ven lo que hay más allá de lo que ven...

viernes, 25 de abril de 2014

Sorprendernos

Es divertido jugar a desorientarse: ir al mismo sitio de siempre por otros caminos, romper el orden de la rutina y perderse la eficacia de lo automático, andar de espaldas o mirando un espejo que refleja el techo, sintiendo que has de evitar pisar lámparas, a pesar de no tenerlas bajo los pies sino sobre la cabeza.
Es esencial darle la vuelta a lo que creemos bien puesto, agitar lo inamovible, encontrar nuevos puntos de vista, acercarse a lo lejano, alejarse de lo cercano. Descolocar al cerebro un ratito para que no se acomode demasiado. 
Ni nosotros.

miércoles, 23 de abril de 2014

Magia

La realidad, si no se la sabe imaginar, se nos escurre de las manos sin darnos cuenta. Y es que cuando estamos ante ella, no la vemos. Nos decepciona incluso, cuando por ejemplo, se va a visitar algo antes visto en imágenes, o leído, es decir tamizado por otros antes; lo que tenemos ante nosotros no es jamás, lo que nos evocó esa visión, esa ensoñación ajena; se nos derrumba como ídolos con pies de barro; no es lo que creíamos. A menos que sepamos soñarlo a nuestro modo, proyectarlo desde ese momento único, atentos a nuestros sentidos que nos envían lo que rodea a esa realidad. Es lo que lo hará único; no el lugar en sí, sino lo que le circunda; no esa calle medieval, sí esos pasos que escuchamos, esos susurros que esconden las losas, las personas que nos cruzamos, lo que sentimos, aunque sea cansancio.
Si no ponemos de nuestra parte, si no somos activos recogiendo los instantes, se nos pasarán sin más recuerdo.
La realidad solo es mágica si sabemos ser magos.

lunes, 21 de abril de 2014

Realidades oníricas

Hay sueños tan vívidos que hasta los olores, las texturas, los recuerdos de haber estado ya en esa casa absurda imposible en la vigilia nos hace creer que estamos despiertos. Son unas sensaciones tan reales, con su memoria episódica, reconociendo a la gente con la que te reencuentras, andando por los mismos lugares donde estuviste otra noche, recordando que al girar esa esquina estará ese bar morado, y dentro, la persona con quien has quedado; escuchar el barullo de las conversaciones, el olor encerrado que se escapa al abrir la puerta, agradecido de huir de allí.
Hay sueños tan reales que aún los llevas un rato a cuestas al despertar, cuestionándote si has dormido o viajado.
Quizá ambos.

sábado, 19 de abril de 2014

Lo absoluto

Los contrastes lo son por lo extremo de sus diferencias; nos llaman la atención porque no suelen darse con frecuencia; lo que abundan son los medios. No se es absoluto, existen matices, y es de agradecer en lo cotidiano, aunque se anhelen: Es negro intenso, ese blanco sin mácula, ese odio irracional, o ese amor incondicional no se pasea más que por la imaginación, el arte, entre rincones del alma o en momentos mágicos eternos.
Lo completo es incompleto; no hay nada puro, sin mezclas; es lo que nos distingue, lo que nos hace originales. Los que nos da identidad. A pesar de ese intento fútil de buscar lo perfecto y absoluto. 
No sé si lo sabríamos apreciar.

miércoles, 16 de abril de 2014

Espejismos

Lo que vemos no es nunca lo que es. No solo por la barrera de nuestros sentidos sino por nuestra propia limitación al entender, ver, oír, sentir y deducir.
Somos lo que creemos ser, y no suele coincidir con lo que somos; si nos conociéramos, si pudiéramos encontrarnos fuera de nosotros, igual no querríamos ser ni amigos; creo que nos decepcionaríamos profundamente, porque no coincidiríamos en nada.
Hacer el esfuerzo de comprender que no entendemos, que no sabemos, que la vida no es solo sueño sino espejismo, nos liberaría de la carga de creernos algo más de lo que somos; nadie aun siendo todo.

lunes, 14 de abril de 2014

Luna

Ayer a cientos de kilométros de hoy, caminando sobre otras rutas pero no bajo otros cielos. 
La luna, llena, iluminada por el sol que se refleja en ella, que nos emite esa luz azulada, ténue, esparcida, tamizada por las nubes; qué belleza esos tonos plateados que recortan lo que ahora veo, ayer vi, lejos unos de otros; unidos por lo invisible.
Como todo.

viernes, 11 de abril de 2014

Cenizas vivas

¿Qué siente el fénix cuando arde?
Me pregunto si sabe que renacerá, o si por el contrario, se abandona, casi agradecido a las llamas porque ya hacía tiempo que estaba débil, apagado, apático, triste al comprobar sus plumas mustias, opacas. El final.
No sé si cada vez que ese incendio renovador le reduce a cenizas le duele, o lo espera con el ansia de la renovación.
Qué animal más extraordinario, renacer de sus cenizas, resurgir de su propia decadencia, levantar el vuelo aún más fuerte que antes de morir abrasado por un fuego que no quema, renueva.
Pero... ¿y si no lo sabe? Qué espantoso tiene que ser sentirse arder, no entender ni de donde salió el fuego, ni por qué le envuelve. Impotente protagonista de un proceso ancestral que le reducirá a un polvillo gris. A nada. Pero no para él.
Cómo será cuando cada una de esas partículas se busquen de nuevo, para unirse, recuperando la energía, la forma, la belleza imperfecta de la vida.Desde lo inerte surgirá con más fuerza, más libre, porque ha vencido a la muerte.
Bella metáfora, bonito consuelo. O terrible maldición: depende de saber si el fuego te consumirá o te liberará.

miércoles, 9 de abril de 2014

Viajar

Saber viajar no es tan solo irse a visitar países o paisajes cuanto más lejos, más exóticos, por lo tanto, mejor. Para nada. Creo que es acercarse a los detalles, perderse entre el ambiente, deambular erráticos, respirar los colores y asimilar cada rincón. Y lo más interesantes es que se puede lograr en la propia ciudad.
La de callejuelas, monumentos, cafeterías, esquinas, gentes que no conocemos en el mismo sitio donde vivimos. Despreciamos, por cotidiano, lo que tenemos bajo los pies y anhelamos caminar otras rutas, que es legítimo, cómo no va a ser interesante pasear al lado de las pirámides, escuchar el Big Ben dando las doce, asomarse a través de la Puerta de Brandenburgo, subir a la Torre de Pisa, bajar de la de Eiffel..., sería necio negarlo. 
Pero asimismo lo es creer que lo cercano es invisible.

lunes, 7 de abril de 2014

Sin uno

Siempre es durísimo constatar que la vida sigue perfectamente sin uno. Si tú paras, el mundo no lo hace contigo. 
Donde eras importante, dejas de serlo, solo el recuerdo de tu sombra continúa. Y no es malo, es necesario, pero duele; no es fácil asimilar, cuando lo ves, que al irte, y regresar, nada es igual aunque sea lo mismo. Ya no estás, la gente se mueve sin ti, las cosas sobrevivien a la ausencia de tu tacto, de tu mirada. Has tenido que parar, pero no el resto, que funciona exactamente igual, sin cambios en ese oscilar ondulante de ausencias cubiertas por presencias nuevas... en tu pupitre se sienta otro, en el trabajo otro explica, en las risas de ellos, no está la tuya... pero siguen, todo sigue sin ti.
Es lo que hace que podamos soportar las ausencias; olvidarlas. Con cariño, pero con firmeza, las llevamos a esa zona de niebla donde los márgenes dejan de ser nítidos.
Somos fantasmas de nuestra propia presencia. Ausencias vivas.

viernes, 4 de abril de 2014

Entre libros

Me gusta guardar en el interior de mis libros, todo aquello, que ya desde el presente, sé que me gustará encontrar en el futuro cuando los relea, o simplemente los hojeé.
Todos ellos han adoptado un trozo de mi historia enlazada con las suyas propias. Así Alicia, antes de caer flotando en la madriguera o atravesar el espejo, me ofrece el primer dibujo de mi hijo; Crimen y Castigo, en pleno soliloquio sobre la culpa, se toma un respiro para mostrarme la carta de un lector  o alumno o amistad; cada uno me acercará lo que fue, junto con lo que es.
Mis libros contienen mi propia historia.

miércoles, 2 de abril de 2014

Dejar ser

Uno de los problemas en las relaciones, entre muchos otros, es la ingenuidad de creer que el que tienes enfrente ha de hacer lo que tú quiera que haga, saltando por encima de lo que realmente hace. 
No se conoce a quien tienes al lado; es como si solo se usara de pantalla para proyectar en él o ella lo que quieres ver, vivir, desear, experimentar..., se le exige ser como no se es. Y claro, no funciona nunca.
La capacidad de entender y conocer a los que tenemos cerca --y lejos--, es casi nula; solo se busca en los demás los deseos de uno, poca gente deja que se sea libremente, se acepte o no, esa manera de ser, y no ser dependiente de lo que haga él, o ella, para hacer lo que se quiere.
Ser uno libre de ser, al lado de otro también libre de expresarse, es lo más complicado que existe, tendemos a manipular, exigir comportamientos alejados del modo de comprender la vida de los más cercanos, les imponemos la tarea de crearnos un mundo ideal a nuestro molde.
No funcionará. Jamás.