viernes, 28 de agosto de 2009

Crisis

Hay momentos en los que nos urge una imperiosa necesidad de acción, de hacer algo extraordinario rompiendo la monotonía, arriesgando el orden tranquilo o no, de nuestros días. Hay instantes que se rebelan, se niegan a encajar en la rutina y nos arrastran con ellos a soñar en lo que podría ser, si se es un iluminado, en lo que fue, si es nostálgico, o en cómo modificar el resto de los momentos diarios para que éstos no desentonen, si se es emprendedor. O todos a un tiempo.

A veces, esos momentos, duran más que ese fugaz minuto que nos reajusta, entonces hablamos de crisis, palabra mal entendida y ante la que se hacen cruces, pero porque no se la entiende; las crisis son necesarias para seguir adelante, sin ellas, sin ese planteamiento reflexivo de lo que hacemos y somos, dejamos de ser libres para convertirnos en autómatas, en siervos de nosotros mismos. Revisar y asegurarse que lo que se hace, es lo que se quiere hacer, es la esencia misma de la crisis.

Otra cosa es cuando la crisis de otros nos salpican, entonces hay que revisarlo todo rápido y con la urgencia de la supervivencia; son circunstancias ajenas al propio ritmo lo que nos sumerge en ese estado de cambio, que a lo mejor, no hubiéramos encarado sin esa marea externa; una muerte, una ruptura, un despido, un traspié de la vida que no esperábamos y que antes de que nos haga caer, o a veces ya en el suelo, tenemos que vencer para seguir con nuestros momentos calmos y acordes a nosotros mismos.

Volver a empezar de nuevo una vez decidido, desde la crisis, lo que se queda, de lo que se va, es el fin último de ese desajuste interior que tan sólo quiere que nos adaptemos a la vida, que crezcamos con ella y no nos dejemos tumbar. Claro que duele el proceso, pero para eso está el Tiempo, para asegurarnos que mientras Él esté, todo irá bien.

4 comentarios:

  1. E·l Tiempo como medicina que todo lo cura y que todo lo enaltece.
    saludos

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  2. Hola Eva, espero que este blog te dé muchas alegrías y que salga fortalecido de cualquier crisis que pueda sufrir.

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  3. Dicen los siquiatras que las crisis son los tiempos que hay que aprovechar para el cambio. "La renovación del águila". Y salir más fortalecidos, una vez superada la crisis.

    Un abrazo.

    (el otro día dejé un comentario en tu blog pero no lo recogió, no sé) Hay duendes

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  4. El tiempo es una caja de fotografías, encontrada en el altillo de un armario. Amigos que fueron y que ya no son, mientras tú te sigues preguntando: ¿y por qué?. Y la respuesta inmediata:el tiempo dirá.

    El tiempo es una bolsa de melocotones comprada para un viaje y olvidada en la nevera por las prisas al marchar.

    El tiempo, el único duende que te permite ver la misma cosa desde otro ángulo.

    Geli

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