lunes, 14 de diciembre de 2015

Todo pasa

El tiempo pasa volando, es una expresión que a veces se queda corta, sobre todo cuando miras hacia atrás, y ves todo el tiempo transcurrido: marea.
Lo mejor es contabilizarlo por cosas realizadas, logros superados, metas que aún siguen, pero están más avanzadas, ideas que nos acompañan y crecen.
El tiempo sin nada que lo plasme, parece más muerto, más estéril, más tiempo.
Ese día a día que nunca parece terminar, que nos obliga a salir adelante, a conseguir propósitos, es en realidad el Tiempo, el reloj de arena que miras hipnotizado mientras ves caer los granitos minúsculos de una parte a otra, arriba lleno, abajo, llenándose; ahí está ese discurrir continuo y no notas que se va vaciando; tarda tanto... y cuando más absorto se está viendo pasar la arena, se forma ese remolino arriba, indicando el principio del fin; lo que había en abundancia, se va. Y se va, ves ese último granito caer y ya está, se terminó el tiempo.
Menos mal, que en este caso, aún se le puede dar la vuelta para invertirlo..., pero una vez habrá que no.

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