jueves, 17 de noviembre de 2016

Asombros

Dejarte sorprender por lo que te rodea es más una actitud, que un rasgo. Mirar con ojos nuevos lo viejo, pasear a lo largo del día pendiente del pulso de los acontecimientos es un buen viaje. Y da igual que el entorno sea siempre el mismo, porque si lo miras bien, no lo es. O si lo observas desde otro ángulo.
La habituación es tan sólo otro de los famosos recursos del cerebro para no sobrecargarse, pero rebelándote contra él, puedes moverte cada vez por un barrio diferente, escuchar conversaciones distintas y hasta pensar en ideas menos cotidianas.
La capacidad de asombro, la necesidad de curiosear, el querer ver más de lo que capta el ojo, es un ejercicio de la voluntad, sólo de niños es como respirar.
Vale la pena ejercitarlo.

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