martes, 1 de junio de 2021

Nadas

No pasa nada, hasta que pasa.
Entonces todo lo que parecía normal, aburrido o incómodo, se convierte en añorado, deseado, y en no estaba tan mal, fíjate ahora, si se pudiera volver atrás..., y no solo no se puede, sino que cuando lo anormal termina y regresamos a lo que había, o nos asentamos en otra rutina, al poco, volvemos a renegar de ella.
Es así.
Somos así. 
Queremos lo que creemos querer cuando no lo tenemos. Tenerlo solo nos motiva a buscar más allá de lo que hay. Es el motor de todo: lo bueno, lo malo, lo frustrante, lo que nos ilusiona. 
Esos nadas que a veces pasan nos mueven hacia adelante soltando la rutina que siempre nos atrapa, hasta la próxima nada.


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