lunes, 1 de julio de 2024

Dualidad

Un pintor dijo ¿ves ese árbol?, sus ramas, hojas..., si lo quisieras pintar tendrías que fijarte en ellas, esbozarlas. Eso es lo que nos enseñaron desde chicos: pinta lo que ves. Pues bien, se ha de ir más allá: se ha de pintar, sobre todo, lo que no se ve: el hueco que dejan las ramas, el cielo que permite ver la distancia entre las hojas. 
Se ha de aprender a ver lo que el objeto elegido libera, y a su vez, oculta.
Pintar y vivir con lo que se tiene, con lo que se tuvo; la vida está hecha de tonos, de presencias y ausencias, de sueños y logros. 
Pintar los días es ver lo que tienen y lo que, justo por tenerlo, no tienen.
Las ausencias, el hueco de las presencias, forman parte de la realidad.
Quizá son lo más real que hay.

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