miércoles, 2 de diciembre de 2009

Disputas

Como una disputa, un malentendido, posiciones encontradas, o cualquier conflicto en suma, puede llegar a dispararse, a salirse del tema primigenio y estallar en mil pedazos.
En los pueblos, existen de esas disputas que se heredan de padres a hijos durante generaciones y de las que ya nadie sabe decir exactamente qué fue lo que llevó a la enemistad declarada, y por los siglos de los siglos, a las partes enfrentadas. Montescos y Capuletos, unos de sus paradigmas literarios.

Para venir a ayudar, la mayoría de las veces, sino todas, están los que enterados de la contienda, se ponen de uno u otro lado, generando cientos de conflictos añadidos y disputas paralelas que todavía se alejan más aún del núcleo central. Es inevitable; desde ahí, cada uno tira de su hilo, y la batalla de dos, se convierte en campal. Igual que en esas peleas de saloon cuando dos se retaban y acababa el personal al completo a puñetazo limpio, sin saber muy bien por qué, y el barman prudente, descolgando el espejo.
Bromas aparte, de un lío se puede llegar a montar un infierno tramado de ataques de todo tipo, desde gratuitos hasta legítimos. Y mientras tanto el debate principal va perdiendo perspectiva y se diluye en palabras cruzadas, saliéndose del carril principal.

Se envalentona una parte, ataca la otra, se buscan aliados, se pierden amistades, se ganan insultos..., que pocas acaban bien, con el problema resuelto y sin necesidad de dejar pasar el tiempo para poder volver a mirarse a la cara.
Y lo peor: que entre todos, nada quedó claro.


3 comentarios:

  1. Hay un libro secreto, casi misterioso, que pasa desapercibido, como una chuchería, pero que, en realidad, es el arma definitiva del habilidoso orador: "Dialéctica Erística". Treintayocho estratagemas para encarcelar a tu servicio nada menos que a la razón ;)

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  2. Ese libro debería ser el que se tuviera,siempre, en la mesita de noche. Gracias, srta Experimental

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  3. Hoy estoy mal hablada, lo siento, tal vez porque he tenido una de esas "disputas" que nombras... creo que deberíamos distinguir entre disputar y dis-putear... esto último se refiere a aquellas discusiones en las que da igual el tema, lo que importa es tener la razón y además obligarte a admitirlo. No me apeo del burro y, encima, si puedo te doy una coz...(suele ser el jinete del burro, los animales son mas listos) jaajaaa qué desahogo¡
    Me lo pedia el cuerpo.

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