sábado, 20 de octubre de 2012

Relato, 3 Parte. El Visitante


Al cabo de unos cinco minutos la anciana suspiró, al ratito carraspeó ligeramente, y ya sin más preámbulos ni etiqueta, se encaró con su compañero de espera.
Pues es la segunda vez en este mes que no me tiene abierto cuando toca, estaba realmente indignada. A este Mariano le debe de pasar algo, no es normal en él esta impuntualidad, su voz se dulcificó un tanto, pasando a la preocupación en su siguiente comentario. ¿Y si es algo grave?, estaba realmente alarmada. Sus ojos se quedaron mirando fijamente sin ver, abismándose en su imaginación, lo mal que lo estaba pasando el tal Mariano quizás. ¿Quién sabe?.
Todo su encorvado cuerpecillo estaba en tensión, delataba así, que estaba más allá de la realidad colindante.
Era como si para ella todo pensamiento fuese real; lo ideado era tan intenso, que cuando se parase a recordar lo ocurrido en sus días, más de un acontecimiento apócrifo se le traspapelaría. Era una superviviente de ella misma, de su limitada dimensión de lo real.

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