Si la realidad no nos gusta, normalmente, cortamos de aquí y de allá hasta hacerla a nuestra medida.
En esto de hacernos trajes con ella, puede dar lugar a casos espeluznantes, donde la persona vive fuera de lo real, viendo lo que no hay y negando lo que ve. En general, nos cuesta bastante asimilar que lo que nos sucede, no es lo que queremos que pase; la yerba siempre es más verde al otro lado, sea éste cuál sea, el asunto está en no apreciar el color de la que tenemos más cerca. Así, la vida de los otros se nos muestra más interesante que la que llevamos que en la comparación pierde, pareciendo más gris -sin sospechar, que por la misma regla de tres, los demás la verán verde brillante-.
A pesar de esa insatisfacción, que hasta cierto punto es buena ya que nos lleva a superarnos, lo que más se practica es el disfrazar los hechos hasta que nos ajusten.
La mente desmenuza el entorno y nos lo presenta cómo sería si pudiéramos moverlo a nuestro gusto, igual que las hermanastras de Cenicienta, en su versión original, que cuando les presentan el zapato de cristal y en él ven el posible reino, y al probárselo y constatar lo obvio; que no les cabe, deciden, sin dudarlo, cortarse los dedos del pie para que entre: Adaptan el pie al zapato, y ya está.
Esa barbaridad es la que hacemos continuamente, al menos, hasta entender que la vida ha salido así y si por ahí no es, otros rumbos habrán. Aunque gente hay que sigue negándolo.
Más de uno va por los caminos cojo.
En esto de hacernos trajes con ella, puede dar lugar a casos espeluznantes, donde la persona vive fuera de lo real, viendo lo que no hay y negando lo que ve. En general, nos cuesta bastante asimilar que lo que nos sucede, no es lo que queremos que pase; la yerba siempre es más verde al otro lado, sea éste cuál sea, el asunto está en no apreciar el color de la que tenemos más cerca. Así, la vida de los otros se nos muestra más interesante que la que llevamos que en la comparación pierde, pareciendo más gris -sin sospechar, que por la misma regla de tres, los demás la verán verde brillante-.
A pesar de esa insatisfacción, que hasta cierto punto es buena ya que nos lleva a superarnos, lo que más se practica es el disfrazar los hechos hasta que nos ajusten.
La mente desmenuza el entorno y nos lo presenta cómo sería si pudiéramos moverlo a nuestro gusto, igual que las hermanastras de Cenicienta, en su versión original, que cuando les presentan el zapato de cristal y en él ven el posible reino, y al probárselo y constatar lo obvio; que no les cabe, deciden, sin dudarlo, cortarse los dedos del pie para que entre: Adaptan el pie al zapato, y ya está.
Esa barbaridad es la que hacemos continuamente, al menos, hasta entender que la vida ha salido así y si por ahí no es, otros rumbos habrán. Aunque gente hay que sigue negándolo.
Más de uno va por los caminos cojo.
...traigo
ResponderEliminarecos
de
la
tarde
callada
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
COMPARTIENDO ILUSION
EVA
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE MASTER AND COMMANDER, LEYENDAS DE PASIÓN, BAILANDO CON LOBOS, THE ARTIST, TITANIC SIÉNTEME DE CRIADAS Y SEÑORAS, ENEMIGOS PUBLICOS HÁLITO DESAYUNO CON DIAMANTES TIFÓN PULP FICTION, ESTALLIDO MAMMA MIA, JEAN EYRE, TOQUE DE CANELA, STAR WARS,
José
Ramón...
Gracias por compartir ilusión, palabras, hechizos y reflejos. Que lo compartamos más veces. Besos
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