martes, 4 de junio de 2013

Peligros

Me gusta observar, mirar a la gente como va andando y hablando por sus móviles, si te acercas un poco, sigues la conversación sin problemas, van contando sus asuntos como si estuvieran en el salón de su casa, cosa que no hacen si están diciéndoselo a un amigo presente. Es curioso, pero al hablar con un interlocutor que no está, es como si nosotros tampoco, como cuando un niño cierra sus ojos y dice, no estoy, no me ves.
Se escuchan sin querer problemas laborales, sentimentales, prácticos, triviales, cotidianos. Tenemos una puerta abierta a sus vidas desde ese creerse solos. Y cada vez se ven más personas solas que cogen el teléfono para sentirse acompañados en el trayecto, o con música, para lo mismo.
La tecnología parece que esté hecha para invadir el mundo de uno, esa soledad necesaria para escuchar los propios pensamientos. Si es así: Peligro.

2 comentarios:

  1. Hay que saber dosificar la tecnologìa para no hacernos dependientes de ella.

    un abrazo

    fus

    ResponderEliminar
  2. Cierto, todo lo que vaya por encima del límite de la reflexión, malo... besos

    ResponderEliminar