La manera de mirar es la que cambia el mundo. No lo que se mira.
Cada uno discrimina de un modo diferente; esta conversación es un buen ejemplo.
"Ya te digo, no sé de dónde sacó esa foto, mira que me gustó, de hecho, fui allí por ella"; "¿Adonde, cuándo?"; "Ay, pues de vacaciones, ¿no te acuerdas que te dije que me iba donde la Marga por esas fotos tan espectaculares que puso en su muro?"; "Ah, sí..., pero dijiste que era feísimo, que no te gustó nada"; "Pues eso te estoy contando, que no te enteras. Qué no sé de dónde las sacó"; "Mujer, igual es que no fuiste a los mismos sitios que ella"; "Ya te digo yo que sí. Porque la calle era idéntica, solo que en la foto parecía preciosa y con unos balcones llenos de color, y mucha luz, y ahí solo había cuatro flores matás en un balcón, todo triste, y olía fatal"; "Ya, bueno, ¿en qué parada bajábamos?"
Pues eso.
La realidad es moldeable, incluso mejorable, si sabemos pillarle el ángulo correcto.
Para mí, el mayor placer de la escritura no es el tema que se trate, sino la música que hacen las palabras.. y tus letras, son pura melodía.
ResponderEliminarBesosss!!
Oh, muchas gracias!! es un piropo que me lo guardo y conservo... besos y gracias por leerme!
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