miércoles, 28 de enero de 2015

Vacío

Escuché de un pintor una frase que no creo que olvide nunca. Estaba explicando cómo dibujar; "¿ves ese árbol?, sus ramas, hojas..., si lo quisieras pintar tendrías que fijarte en ellas, esbozarlas. Eso es lo que nos enseñaron desde chicos: pinta lo que ves. Pues bien, se ha de ir más allá: se ha de pintar lo que no se ve también, sobre todo, lo que no se ve: el hueco que dejan las ramas, el cielo que permite ver la distancia entre las hojas. Se ha de aprender a ver lo que el objeto elegido libera, y a su vez, tapa".
Cierto. Se ha de aprender a vivir con lo que se tiene y con lo que se tuvo, con lo que se recuerda y con lo que se ha olvidado; la vida está hecha de tonos, de presencias y ausencias, de recuerdos y realidades inmediatas, de sueños y de logros. Pintar los días es saber ver lo que tienen y lo que justo por tenerlo, no tienen.
Las ausencias, el hueco de las presencias, también forman parte de la realidad, quizá son lo más real que hay.

3 comentarios:

  1. Las ausencias son reales, si, ¡y cómo duelen! Por desgracia, la descripción de la vida, incluye la descripción de los dolores: todo forma parte del cuadro. Pero es cierto que muchas veces no vemos la bondad, la belleza y la verdad.

    ResponderEliminar
  2. Sin unos no hay otros, ese equilibrio que es tan costoso llevar a cabo en nosotros, lo tiene la vida...

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar