lunes, 6 de junio de 2016

Reseña de El día a día de Reyes García- Doncel, Gracias

EVA MONZÓN JEREZ
EDITORIAL  SARGANTANA
Tras la guerra civil española la sociedad se convirtió en un estado policial regida por comportamientos radicales. Este marco elegido es el propicio para explorar los mecanismos que las personas utilizan cuando se ven enfrentadas a cambios extremos en sus vidas. Dos hermanos viven protegidos por su familia, y por las historias que se cuentan antes de dormir, pero cuando esa seguridad desaparece cada uno debe afrontar en solitario un destino diferente y hostil. Deben adaptarse, deben luchar contra sus recuerdos, y a la vez conservarlos para no perder su identidad. Aunque ambos dejan de ser ellos, a veces con el dilema de si vivir sin dignidad o morir con la cabeza alta. Una solución es perder la memoria, otra hacerse invisible.
Andrés, el hijo, es llevado a un orfanato, donde además de perder a su familia perderá las historias que su hermana le contaba, las que le ayudaban a soportar sus miedos y a entender el mundo. Allí entre recuerdos que se van difuminando, lucha por conservar las caras de los seres queridos, de la otra vida, “… se apresuró a grabar sus facciones, pero el olor se le escapó, y con él, la madre”,  que al acabo se pierden en una niebla imposible de romper y la realidad se impone: “…como se mueven en el tiempo, es imposible enfocarlas”, explica el niño con lúcida ingenuidad. La soledad se vuelve definitiva cuando pierde los recuerdos. En el orfanato comienza su vocación de escritor: él creará sus propias historias, y termina aceptando ese mundo nuevo. Para Andrés sobrevivir significa evitar el rechazo de una familia de acogida. En esa angustia de los huérfanos esperando que los acepten, la autora nos llega a mostrar toda la orfandad afectiva de la humanidad.
Isabel, la hermana, es recluida en una cárcel de mujeres. Consigue sobrevivir desoyendo y ocultando los ideales que habían llevado a su padre a la desgracia. No solo se traiciona a sí misma, sino a la dignidad de su familia. La autora nos plantea de nuevo la dualidad: para salvarte tienes que convertirte en otra persona y convencerte de que tú no eres esa cobarde que traiciona, esa que engaña a los que te tienden la mano. Una adolescente sola, muerta de miedo, en un mundo cerrado y policiaco, ¿podría haber evitado convertirse en lo que fue? :“…pero sabía que no solo era víctima; fue verdugo; las circunstancias nos determinan, sobre todo, en como las hemos afrontado”. Isabel consigue escapar de la cárcel y reinventa su vida “…su memoria la abandonó, creándole lagunas de esas vivencias de las que renegó”, y hunde cada vez más hondo a la niña que fue, a pesar de los recuerdos. Preciosa la escena donde un lazo guardado en una caja le devuelve toda su infancia.
Eva Monzón ha publicado las novelas “Tiempo muerto”, “Entreactos” y “Errantes”, así como varios guiones cinematográficos, obras de teatro y biografías. En esta obra utiliza una técnica fragmentada, muy dinámica, en la que se van dando piezas sueltas, diferentes tanto en el punto de vista como en el tiempo: Andrés, Isabel, la madre, el padre, la abuela, los padres adoptivos…, en sucesivas escenas que el lector va uniendo hasta formar la historia completa. Este desorden organizado es un recurso muy eficaz para plasmar tanto las diferentes realidades de los personajes, como el sin rumbo de sus vidas.
Ambos hermanos logran sobrevivir utilizando todos los recursos disponibles en un ejemplo de resiliencia, como se dicen cuando al cabo de tantos años, siempre asustados, se encuentran: “Yo seguí contándome cuentos” “Yo no, yo dejé de hacerlo”. Primero se pierde la familia, también las historias, luego los recuerdos… Entonces es cuando solo queda lo cotidiano. Frente al horror que nos rodea, lo trivial es lo único que nos sostiene. El título, que puede parecer simple, implica la estrategia para sobrevivir: el día a día.

https://universointroito.wordpress.com/2016/06/05/el-dia-a-dia/#comments



No hay comentarios:

Publicar un comentario