martes, 19 de enero de 2021

Saber ver

Nos gusta ver lo que ya conocemos, lo que soñamos visitar, lo que reconocemos de tantas fotos vistas antes de verlo.
Lo que es extraño: para qué ir a encontrarnos con lo que ya sabemos cómo es, por qué no buscar lo nunca imaginado.
Y es que, lo que de verdad interesa, no es visitarlo, sino vernos a nosotros visitándolo. 
La experiencia única de conocer lo que ya conocemos. De oler, sentir, ver, tocar, lo que antes solo eran fotografías, o películas, o palabras en libros.
Vivir bajo esas calles, dentro de ese bar, al lado de esos monumentos, recorriendo esos pasillos, sabernos ahí, sintiendo lo que es estar ahí, es lo que hace esas visitas únicas, esos lugares tan conocidos, desconocidos. 
Nosotros somos quienes le dan sentido, vida, y ellos nos regalan a nosotros mismos estando cerca de ellos.
No hace falta recorrerse el mundo para crear recuerdos de nosotros ante esas imágenes que cobran vida, la experiencia de ser nosotros la tenemos nada más cruzar la calle, solo que mirándola con otros ojos. 
Ante lo conocido real,  hay que buscar más allá, ver lo que nunca vimos, fijarnos en lo que antes jamás nos fijamos.
Es el viaje inverso: ver, donde siempre, lo que nunca vimos.
Lo importante de viajar es nuestra mirada, ya sea al otro lado del mundo o en la esquina de cada día.


No hay comentarios:

Publicar un comentario