martes, 29 de diciembre de 2009

Las primeras impresiones

Las relaciones interpersonales están llenas de sobreentendidos, malentendidos, y silencios. Sabes de una persona más por cómo se mueve, habla, entona, ríe que por lo que dice. Las palabras, siempre impuras, crean vínculos viciosos, distorsionan lo fácil y complican aún más lo difícil.
En las situaciones, aún no teniendo esa faceta visual directa, también hay señales que nos llegan inconscientemente, disparando la alarma.

La primera impresión suele ser la más real, con la que uno, al cabo del tiempo, se queda. Las palabras dichas entre ese primer encuentro y el último, nos distrajeron, llevándonos por caminos tortuosos.
Si alguien o algo, te da mala espina, cuidado; el roce, la costumbre, distrae esa impresión y suaviza el concepto, que más tarde, te llega, confirmando esa sombra que viste. Por supuesto, hay que arriesgarse, seguir adelante, ya que solemos ser habilidosos a la hora de camuflarnos bajo la educación, las palabras, los gestos controlados, y en ese lapsus temporal entre lo que piensas en un principio, el cambio de esa idea y la ratificación de esa intuición, han sucedido cosas, has vivido experiencias que, a pesar del final negro, han valido la pena.

Vivir es eso, no hacernos demasiado caso en nuestras apreciaciones y arriesgar, porque si no, poco haríamos.

3 comentarios:

  1. Ya sabes Eva que el que no se arriesga, no cruza el mar... y nosotras ya lo hemos cruzado, de ida y de vuelta...jaajaaa brindo por aquella primera impresión que tuvimos un dia y el riesgo que somos capaces de asumir cada dia.

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  2. Como siempre mi reconocimiento a tu Pensamiento exquisito.

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