jueves, 25 de agosto de 2016

Prismas

Se puede vivir desde muchas caras de un prisma, de hecho, es lo que se hace sin saberlo, lo vamos girando con respecto a las vivencias, la experiencia, el eje interno. Cada vez brilla una cara, varias o ninguna. Los reflejos nos reflejan: somos del color de la luz que nos rodea mientras lo giramos. 
El tiempo nos atrapa en esos tonos que ajustamos al buscar el más hermoso; las emociones rebotan como ecos desde y contra nosotros, definiéndonos. Somos lo que hacemos, estamos entre lo que pensamos, seremos un recuerdo de lo hecho, de lo soñado, de lo interpretado, siempre iluminados por esos pigmentos de luz que desplazamos al ir viviendo.
Se vive cada cara del prisma desde cientos de esquirlas relucientes que, como luciérnagas, confunden las sombras de los días.


Para Ana.

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