Hay
juegos peligrosos, de los que al jugarlos, pierdes aunque ganes. Son
todos aquellos que tienen que ver con las emociones de los demás. Hay
gente manipuladora que se mete en ellos sin más consecuencias que su
propia alma, que ya hace tiempo perdieron en las apuestas. Suelen ser
personas frías que se disfrazan de cálidas, mentirosas que dicen contar
verdades, egoístas que lo dan todo en un principio, hasta que tienen
abierto el camino que buscaban.
Día tras día veo los naufragios de esas víctimas rotas, que todavía no acaban de entender que les mintieron, que se llevaron sus sentimientos, ilusiones, fe, dinero... y no asimilan que los lobos se siguen disfranzando de corderos. Y en este juego, no hay sexos: todos juegan.
Día tras día veo los naufragios de esas víctimas rotas, que todavía no acaban de entender que les mintieron, que se llevaron sus sentimientos, ilusiones, fe, dinero... y no asimilan que los lobos se siguen disfranzando de corderos. Y en este juego, no hay sexos: todos juegan.
Como todo en exceso puede crear adicción por ello debemos vivir con mesura e intentar no perder el control porque puede ser letal.
ResponderEliminarBesos de gofio.
al menos si se pierde el control que sea momentáneo, ya que a veces, perderlo es necesario para ganarlo de nuevo. Besos! (aunque no sean de gofio, o que lo sean!)
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