lunes, 2 de septiembre de 2013

Tesoros intangibles

Se viven momentos intensos destinados a ser recuerdos, se sabe: hay instantes, incluso meses o años, que mientras se están experimentando se les reconoce, se les adivina que irán contigo siempre. Las imágenes se guardan desde el mismo segundo que suceden. 
Es como almacenar algo que te gusta en una caja sabiendo que lo volverás a encontrar ahí dentro cuando quieras verlo de nuevo.
Mientras lo vives, lo atesoras, para más tarde, sacarlo, acariciarlo despacio, recordando las sensaciones que se tuvieron y añadir las del presente al rememorar ese recuerdo ya vivido.
La experiencia acumulada, la que se queda entre la memoria y brilla, es lo mejor que nos dan los días.


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