lunes, 13 de enero de 2014

Lluvia que no cesa

El otro día hubo un momento en el que el tiempo retrocedió, cerré los ojos para verlo mejor: Estaban sonando las campanas en plena ciudad, iba a llover, los pájaros se retiraban en bandada hacia los árboles, no había ruido de tráfico y unos niños cantaban, "que llueva, que llueva, la virgen de la cueva..."; cuánto tiempo que no escuchaba esa tonada. Y oyéndola con los ojos cerrados para desubicarme de ese barrio y estar en cualquier otro más lejano en el tiempo y en el espacio, sentí que el pasado nunca se hace presente del todo, pues esa canción que canté de niña porque me la enseñó mi madre por saberla de la suya y así hasta tiempos más lejanos, también se la cantarán los pequeños que ahora la entonan a los suyos propios que lo harán, a su vez, a los bisnietos de quien ahora ni se plantea nada más futuro que un momento de lluvia.
La lluvia siempre moja el mismo tiempo.

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