lunes, 11 de agosto de 2014

Ciclos

La rutina sin rutina, el ocio sin ocio, el trabajo sin trabajo. Se necesita soñar andando, creyendo que se es otro, que las fronteras se mueven, que uno se disfraza con otras pieles. El calor conduce a la indolencia, es más fácil ceder, abandonar las obligaciones, soltar amarras. Si se puede.
Dentro de poco, con el frío, la maquinaria volverá a engrasarse, soñaremos sin andar por el sueño y adelantaremos proyectos que imaginamos al recorrerlos.
Todo empezará de nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario