sábado, 17 de octubre de 2009

El lenguaje

¿Qué es el lenguaje, qué arropa? Qué va primero: el pensamiento o el lenguaje.

¿Es el vehículo mediante el cual expresamos nuestros pensamientos o son los pensamientos que han de vestirse de palabras y normas para poder existir?

¿Podemos expresarnos sin lenguaje, podemos comunicarnos sin conceptos adquiridos, sin imágenes mentales? ¿O es una retroalimentación continua?

Por qué esa necesidad de comunicar, sea como sea, qué normas tiene tan complejas que al estudiarlas nos supera en muchas ocasiones, y que al llevarlo a la práctica, es decir, hablando, nos es tan fácil.

Todo niño tiene, es sí mismo, la capacidad de hablar cualquier idioma, está preparado genéticamente para emitir cualquier fonema; no hay sonido que no sea susceptible de ser articulado, es cuando empieza a hablar, a integrarse en la lengua materna cuando esa capacidad se limita. A la vez que articula los sonidos base de su lengua, va perdiendo para siempre, los que no habrá de usar. Así cuando de mayor aprenda otras lenguas, nunca acabará de tener una fonética correcta. Ejemplos, los que queráis, la "r" del español al chino que lo habla por esa "l" característica, es uno de los más vistosos.

Teóricos del lenguaje y la psicolingüística han escrito tratados de todo tipo para establecer unos parámetros en los que todo quepa. Intentan contestar las preguntas anotadas al principio y muchas más. Como siempre, con los fallos de la naturaleza, es donde más se ha aprendido: las afasias, las amnesias. Entre las primeras, está el cómo alguien que no tiene capacidad para generar ideas, sigue articulando palabras sin sentido, o sabiendo lo que quiere decir, ser totalmente incapaz de usar el término exacto. Con las amnesias nos iríamos más lejos aún, se puede perder la capacidad de recordar el idioma, pero no de comunicarse.

Lo que queda claro, es que da igual el idioma en el que se mueva uno, todos tienen las mismas estructuras profundas, da igual si no tiene apenas vocabulario o sea de gramática pobre, o muy elaborado, incluido el lenguaje por señas de los sordos. En todos existen esas caractéristicas comunes sin las cuales no sería un lenguaje, se cometen los mismos fallos, con ellos se sigue estudiando ese vehículo entre pensamiento y su expresión, el significado y el significante.

Con esto último nos metemos de lleno, ya no en saber si es la concreción del pensamiento abstracto, sino en la misma estructura de la lengua, en el problema, no de hablarlo, sino de entenderlo, la nomenclatura de sus términos, lo que atañe al lenguaje como tal, el concepto y su imagen acústica. La articulación sonora de la expresión del lenguaje.

Nuestros sentidos nos ayudan a recuperar el pensamiento que otro nos ha querido expresar, y que a su vez, nos aportará nuevos conceptos que nos servirán.






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