miércoles, 17 de febrero de 2010

Según se siente, se mira

Según nos sentimos, filtramos la realidad, ésa que no es real, ya que nunca la aprehendemos como es, sino como la vemos.

Si leemos lo que nos rodea favorable para nosotros, todo nos será grato, iremos pisando fuerte, mandando. Que sea o no real es independiente, por completo, del efecto que cause en nuestra actitud.

Si uno cree que le quieren, aunque no sea verdad, el mundo se le hace pequeño, puede con todo, la energía le desborda. Y sólo con el sentimiento de creerlo.
Un cuento de Chejov narra cómo un hombre, al pensar que alguien puede haberlo estado esperando, le cambia la forma de ver su día, sus compañeros, su vida. No hay nada que lo confirme, sólo su propia convicción; y esa sola basta para regalarle un punto de vista completamente diferente a los otros grises y tediosos que había vivido antes... hasta que ya no puede creerse durante más tiempo el espejismo. A partir de ahí, las horas retoman su tono anodino, pero él ya ha experimentado la felicidad. Ya nunca será el mismo, ni sus horas tan grises.

Aún no sé si es bueno o malo que dependamos tanto de nuestra capacidad de autosugestión para enfocar los acontecimientos. Pero, por si acaso, intentemos creernos que sí podemos, que sí podremos, que sí, que sí nos comemos el mundo.

3 comentarios:

  1. El cuento que mencionas es muy hermoso. Lo leí hace poco.

    Estoy de acuerdo contigo, si uno cree que le quieren, puede con todo. Sólo con el sentimiento de creerlo.

    Un beso grande.
    Geli

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  2. La fe mueve montañas...unas mas lejos que otras, pero ¿a donde las lleva?
    Hay unos dibujos animados, Bob el constructor, que dicen siempre que sí pueden... dicen: podemos? sí¡ podemos¡ a menudo me retumban esas palabras con le mismo tono, el mismo timbre que los dibujitos. Y me estremezco.

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  3. me encanta BOB, THE BUILDER!! y la sintonía del programa,jajajaa

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