lunes, 14 de noviembre de 2011

Invisibilidad

Ser invisible tiene ventajas e inconvenientes. Y ambas se solapan. Ver el mundo sin ser visto puede ser tan inquietante como al revés. Al no ser presencia visible oirás y observarás situaciones, comentarios, hechos y actos que quizá no seas capaz de aceptar. Si te viesen ni dirían ni harían lo que si ves y escuchas te atravesaría de parte a parte.
No es humano soportar ciertas cosas, la personalidad no aguanta en firme ver, escuchar y saber lo que los demás ocultarían. La verdad es demasiado luminosa, demasiado potente para de golpe venir a darnos en los ojos. La oscuridad desde donde nos movemos, de la que a veces salimos un poco, no admite la transparencia, la invisibilidad, a menos que también tengamos acorazados los sentimientos.
Saber más de lo que podemos asimilar ni es bueno ni es sabio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario