Hay
imágenes que resaltan entre las demás: un árbol de hojas moradas; una
calle mojada que refleja como un espejo lo que ve permitiéndotelo ver a
ti mientras avanzas; una escena con niños que juegan o se pelean o piden
o lloran; escaparates coquetos, otros más siniestros, como los de ese
taxidermista un tanto polvoriento y descuidado que eterno, nos muestra
ojos de vidrio, cabezas apolilladas, cuerpos de serrín; olores que se
ven porque nos traen recuerdos de lugares y personas que olían igual;
cielos con nubes, sin ellas, negros, blancos, estrellados, lunáticos;
pasajes silenciosos; calles bulliciosas; paradas de autobuses donde se
escuchan conversaciones de todo tipo; gentes que pasan, que se paran,
que se miran, que te miran.
Imágenes que por lo que sea captan la atención, y con ellas, te diluyes, te fundes; descansas de las tuyas propias y te llenan.
Imágenes vivas.
Imágenes que por lo que sea captan la atención, y con ellas, te diluyes, te fundes; descansas de las tuyas propias y te llenan.
Imágenes vivas.
Si te fijas toda la vida esta llena de imágenes y momentos que nutres con imágenes, unos labios, unas manos, una cara...hasta en el ultimo aliento nos acompaña una imágen, la oscuridad.
ResponderEliminarBesos imaginativos.
sí, los recuerdos son caleidoscopios de la realidad que vivimos... besos
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