jueves, 15 de agosto de 2013

Jerarquías

Cuando algo no te gusta, hay tres soluciones básicamente: o intentas no verlo y dejarlo correr, o te rasgas la vestiduras ante la desesperación pero no lo solucionas, o con calma te planteas, que aunque no te guste nada, aunque quisieras desaparecer, no puedes así como así, por lo tanto, miras de frente eso tan terrible y lo desmenuzas hasta que puedas enfrentarlo, arreglarlo, minimizarlo, asimilarlo.
Y sí, hay tragos terribles, pero si los sitúas, si le das la perspectiva correcta, es más fácil sobrellevarlos. La cima de esa jerarquía ha de ser la muerte, desde ahí hasta abajo, se colocan los problemas de mayor a menor importancia, y en la base, se coloca siempre la pasividad, el dejar que todo suceda y no mover un dedo.
De esa pirámide siempre se sale fortalecido, atravesar esos laberintos llenos de trampas y maldiciones nos dejan nuevos.
Teniendo a la muerte como opción, lo demás, en serio, se aligera. Siempre una buena visión desde arriba, lo abarca todo mejor.

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