miércoles, 12 de marzo de 2014

Solo una vida

Qué poco tiempo para hacer todo lo que uno desearía, no da para nada; qué limitaciones tiene esto de vivir y qué de contradicciones: cuando menos tiempo tenemos, más queremos, y al contrario.
Cuantos más libros leemos, menos sabemos; la curiosidad se nos despierta y nos lleva a constatar, cada vez, que por mucho que buceemos en lo que nos intriga, siempre hay algo que se nos resiste, que no aprehendemos, que nos falta: un enlace nos lleva a otro y ese a otro más, de un lugar iríamos a otro sitio y de este a aquel de allá; las ganas de saber, de entender, de conocer, de investigar, de soñar son infinitas porque siempre hay algo más.
Pero solo si se busca, si uno se molesta en usar la mente, si decide pensar por sí mismo, si quiere conocer lo que pasó antes de uno y lo que sucede ante uno, ya sea cerca o lejos: qué abanico infinito posee lo finito. 
Qué desperdicio tener solo una vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario