viernes, 11 de noviembre de 2011

Momentos compartidos

Qué pocas veces se puede retener el momento, qué poca gente puede llenar un espacio y convertirlo en eterno sin límites, vínculos más allá de los vínculos, vidas compartidas en la distancia, sin tiempo ni fin.
Qué difícil sentirse uno mismo con alguien a quien no vives a diario pero sí está cada día, desde más allá del comienzo, dentro, al lado, presente en la ausencia. Esas amistades que nos han configurado y regalado parte de lo que somos y seremos. Y que a veces, pocas, puedes compartir con ellas mismas, bajo un trocito de realidad. Son recuerdos vivos que ayudan a que la grisura de los días se iluminen durante unos instantes eternos, ayudando a sobrellevar el tedio del día a día, de la espera, de los sueños, de la realidad que siempre viene a poner las cosas en su sitio, pero que también, en ocasiones, nos permite experimentar esos momentos reales como pocos aunque imposibles.
Hay personas que son parte de nosotros sin ser parte de lo cotidiano. Y no por eso son menos importantes en nuestro andar diario. Quizá lo sean más.

2 comentarios:

  1. A veces esas personas vienen del pasado, y forman parte de nuestra raíz. Por eso son importantes.

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  2. Sobre todo si siguen en nuestro presente...aún sin estar.

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