martes, 26 de enero de 2010

La suerte

Buena suerte, mala, ¿existe esa distinción? ¿Tenemos las personas esa opción, la de ser catalizadores de alguna de las dos, o es, quizá, cuestión de azar?
Se cataloga de gafe o cenizo a quien atrae lo más negro de las casualidades, de tener buena estrella a quien convoca a su paso acontecimientos aparentemente gratuitos y afortunados.
Puede que haya un imán personal para atraer a un tipo u otro de suerte, puede. No creo. A la larga, a veces, lo que parecía bueno, no lo es, y lo malo deja de serlo.

La apreciación de esas circunstancias sí es real. La mente humana que siempre mira hacia adelante, se deja engañar por esa fijación en anticipar y cerrarlo todo , se engaña y nos engaña, no sabe mirar para atrás, ni por los lados, ni siquiera en segmentos, le cuesta. Sólo ve lo que ve, y nos lo hace creer. Hay que ser más listos que nuestras propias mentes y no dejarnos traicionar por su pobre lectura de la realidad.

La suerte no es más que un pobre comodín que surge de la incapacidad de la mente para investigar minuciosamente dónde, por qué y para qué, suceden las cosas, que nunca son ni serán, lo que parecen.

2 comentarios:

  1. ya sabes lo que dice el libro del sendero, la esperanza y el miedo son ambos impostores, pues ambos se fundan en lo que le vaya a ocurrir al yo, y no hay yo: es el mundo lo que has de vivir como tu yo: todo lo que te sucede, todo lo que vives, todo lo que ves, todo lo que te habla, te mira, te busca, te escribe, te toca, te cena, todo eso eres tú, yo soy tú

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  2. Hola!! a ver si acierto: tener buena o mala suerte, también depende en parte del estado de ánimo de la persona. No hay mal que por bien no venga,jejee..esto suele ser algo así como un mecanismo de defensa ante el peligro de emociones negativas. Yo creo que todo es actitud en la mayoría de los casos y cuando no se entienden algunos acontecimientos de la vida, se le llama suerte. Virginia Molano, una persona con suerte. xD

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