sábado, 20 de marzo de 2010

Una paradoja más

A veces se ha de parar toda actividad, dejar el cuerpo aparcado, la mente libre, notar cómo el tiempo te atraviesa sin hacer nada productivo, mirándole pasar con descaro, sin complejos, allá va, tú no eres su esclavo, te has liberado de su radio de atracción. No estás en él.

Y ves lo que te rodea con indolencia, sin prisas, dejándote llevar, intentando no pensar, no recordar, no planificar. Te das la vuelta, cambias de posición, ya se hará, ya lo haré, no hay prisa.
Curas del tiempo, remedios contra el ajetreo, las obligaciones, replanteamientos, dudas atrasadas, asertividades aparcadas.
Qué necesario parar, pararse, detener cualquier inercia, casi ni respirar para poder resurgir de lo cotidiano, para asegurarse que se quiere regresar con fuerza a la actividad que te agotó, a las palabras que te secaron, a los acordes que te enmudecieron.
Parar si se quiere seguir.

1 comentario:

  1. Desde luego que es necesario parar , para recobrar las fuerzas y echar de menos la actividad , pero ya se sabe solo en plena actividad se deseara vivir 100años , y solo se valora el descanso cuando se ha trabajado sin descanso . El parar toda actividad como has dicho es dificil , es cuestion de practicar lo hare . un fuerte abrazo .

    ResponderEliminar