sábado, 26 de marzo de 2011

Comenzar

¿Y lo difícil que es empezar de nuevo?, sobre todo, cuando se ha tenido que reinventar un principio más de una vez, cuando se anticipa el camino farragoso por el que se ha de pasar: dejar atrás lo que se creía firme, apartar recuerdos que solo lastrarían los pasos, sacudirse vivencias que no se quieren contaminar con la decepción del ahora ni con la ilusión, quizá excesiva siempre, del antes.
Ubicarse en el centro, buscar el equilibrio, no moverse mucho por los escombros para no dañarse, ni acelerar la nueva construcción para que no crezca torcida.
Hacer caso del instinto de nuevo, no cerrar ninguna puerta, a pesar de haber candado la que ya no se quiere volver a abrir, porque ya no hay nada.
Porque detrás no existe y no se puede vivir hacia ese lado. Aunque ahora parezca que no se puede vivir hacia ninguno, muy dentro sabemos que sí. Respiras, el cuerpo se mueve. Por lo tanto sigues.
Y a empezar; nuevos horizontes, nuevas perspectivas, aún cuando ahora no se vea más que el humo del polvo que deja cualquier estructura al derribarse.

1 comentario:

  1. Por ejemplo, con lo que ha ocurrido en Japón. De eso hablo un poquito en el blog que empecé hace un año y que tengo ganas de continuar de nuevo. En realidad lo mío es más recomenzar que comenzar, pero en fin.

    ResponderEliminar