martes, 8 de marzo de 2011

Diferencias

Observamos con disimulo, sin que nos vean mirarles, a aquellos que se salen la media, a los que no encajan en la homogeneidad, ya sea por su piel, defectos físicos, psíquicos, tamaño, popularidad... lo que sea que los distinga.
Los que destacan, digamos por algo positivo, se les admira, y hasta se intenta un acercamiento. Pero los que se distiguen por lo opuesto, no tienen el mismo trato.
Como poco, nos alejamos, inconscientemente o no.
No sabemos cómo comportarnos con ninguno de ellos con naturalidad.
Nadie sabe qué cara poner, dónde mirar, cómo moverse cuando un borracho se pone a gritar desaforadamente en la calle, o en el metro cuando gente original arrastra su patetismo por los vagones, o cuando un deficiente mental nos dice algo..., no estamos preparados para actuar, es como si no quisiéramos implicarnos demasiado en un mundo turbio, oscuro, muy alejado de esa norma, que se supone, es la adecuada.

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