Todos vamos unos detrás de otros, a veces, cambiamos la posición en la cola, pero no más. Creemos que el de delante está mejor que el que tenemos atrás, y así vamos, anhelando puestos.
Hay diferentes tipos de colas, está la de las ambiciones, donde se van subiendo puestos para constatar que siempre hay uno más adelante.
Está la de la sabiduría, que por mucho que se avance nunca se ve el adelanto, es más, uno cree estar por momentos más cerca del primer puesto a cada paso.
Luego la de los sentimientos, en la que nos perseguimos unos a otros, sin lograr ajustar las emociones porque misteriosamente, se suele buscar a quien no nos busca y ser objeto de la atención de quien no queremos.
Somos una cadena de eslabones sin principio ni final que vamos dando vueltas buscando sentido a la sinrazón.
Hay diferentes tipos de colas, está la de las ambiciones, donde se van subiendo puestos para constatar que siempre hay uno más adelante.
Está la de la sabiduría, que por mucho que se avance nunca se ve el adelanto, es más, uno cree estar por momentos más cerca del primer puesto a cada paso.
Luego la de los sentimientos, en la que nos perseguimos unos a otros, sin lograr ajustar las emociones porque misteriosamente, se suele buscar a quien no nos busca y ser objeto de la atención de quien no queremos.
Somos una cadena de eslabones sin principio ni final que vamos dando vueltas buscando sentido a la sinrazón.
ya, pero de repente te dan un abrazo o un beso y uno se olvida y se enamora y un rato es feliz y olvida este ciclo, ojalá la verdad sea esa felicidad, no el ciclo fatal
ResponderEliminaro sea que un abrazo y un beso, eva
Creo que la cadena la llevamos atada al cuello, pero no sabemos que nadie la controla.
ResponderEliminarRompo el círculo fatal con tu beso y tu abrazo, y comparto el ratito de felicidad con un beso y un abrazo para ti. Gracias.
ResponderEliminarY lo que nos gusta hacer colas a todos, nos pasamos la vida en ellas, lo que mola es poner cara de pocker y de vez en cuando colarse. Un ks
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