sábado, 27 de marzo de 2010

Incomprensible si se toma en serio

Cuando se es niño se juega a ser adulto, imitamos lo que vemos de ese mundo inalcanzable, adoptamos las actitudes de quienes nos rodean, tratamos de comprender gestos absurdos a nuestros ojos y los realizamos con la seguridad de dominarlos. Sólo que cuando crecemos y vamos avanzamos en el conocimiento de las reglas del juego, nos creemos en serio que las entendemos, que estamos dentro de ese mundo emulado, con el agravante de que ya no es ingenuo imitar para intentar entenderlo, asimilarlo, es más bien peligroso.
Y aquí estamos; en un lugar incomprensible.
Creo que tampoco hemos desentrañado demasiado bien ese mundo tan complejo que es vivir. De niños mimetizábamos el entorno, de adolescentes la rebeldía venía a cubrir el tramo entre crío y adulto, pero una vez en el otro extremo, vemos que no tenemos dónde refugiarnos; seguimos sin entender nada, con el agravante de no poder jugar a vivir en él, con una rebeldía que ya nos viene pequeña, y sumergidos en un mundo social, laboral y estructurado del que poco o nada sabemos.
Yo opto por no acabar de creérmelo, conservar la distancia de antes y procurar no dejarme atrapar en esas redes pegajosas que nos indican cómo ser, cómo comportarse según unos cánones que nadie acaba bien de entender. Intento pasar los días creyendo que aún puedo ser yo quien decida, que no me decidan, en lo que pueda.
Por eso escribo, por eso sueño, por eso espero, por eso sigo.

3 comentarios:

  1. yo sigo creyendo que no hay yo, qur todos somos uno solo, he llegado a tener la experiencia, de oír a alguien en cualquier conversación ajena pero que anduviera cerca y escuchar la voz como la mía, reconocer mi habla, reconocer mi alma, son pistas para mí, loco y poeta como sabes bien, de que todos somos uno solo: yo

    y esto último parece una broma, pero está en la lógica estricta del razonamiento: todos somos yo

    ResponderEliminar
  2. "una vez en el otro extremo, vemos que no tenemos dónde refugiarnos"

    Que bueno. A mitad del fragmento he pensado que por eso uno escribe. Y justo tú lo dices al final.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Sí, puede que por eso escribamos, desde luego si todos somos yo, sí
    besos a los dos

    ResponderEliminar