martes, 17 de agosto de 2010

Máximas

Es curioso cómo a casi todo el mundo le gustan los aforismos, las frases ingeniosas, los refranes más o menos atinados.
Nos gusta tener a mano sabiduría comprimida, compacta, que nos haga pensar o nos ayude a cerrar discursos, ideas, impresiones. Sí, son como pequeños gusanitos ingeniosos que se deslizan entre las conversaciones y los pensamientos.
Cientos de frases hermosas escritas por los mejores escritores, filósofos, sabios o científicos al alcance de todos; la sabiduría universal.
Es hermoso, si se mira así, el pensamiento entero de la Humanidad condensado en ingeniosísimas frases clarividentes.
En una cafetería cercana dan con el café y demás infusiones, unos azucarillos impresos con las más bellas palabras nunca dichas; te endulzas el té mientras lees a Shakespeare, te sumes en las reflexiones de Platón o te sorprendes con las agudezas de Oscar Wilde. Buena manera de empezar cualquier día, diría yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario