martes, 3 de agosto de 2010

Opuestos

Nada y todo, blanco y negro, lleno y vacío, amor y odio. Parece que los contrarios son los que marcan los matices. Trabajo y ocio, arriba y abajo. Es complicado, ya que no pueden darse juntos; uno excluye al otro. Y quizá ahí está el error, si pudiéramos lograr conciliarlos, vivirlos al mismo tiempo, puede que agrandáramos nuestra visión, la experiencia diaria, si fuéramos capaces de ser los opuestos a un tiempo, lo podríamos todo.
Puede que por eso tengamos que conformarmos con ir de un lado al otro del continuo, hasta chocar con la nada, después de haber visto el todo, o de llenarnos tras el vacío, o amar tras el odio.
No podemos salirnos de nuestro tiempo lineal y exclusivista; si estoy aquí, es imposible estar allí a la vez.

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