domingo, 29 de mayo de 2011

Conexión

Cuánta gente que ya no vive y no has conocido nunca, se echa de menos, identificándote con sus palabras, sus logros, lo que dejaron atrás, por lo que los admiras; personas que han aportado y apuntalado tus pensamientos, ideas, emociones, que sientes cercanas, y que nunca te han visto ni lo harán.
Se les admira desde el tiempo, desde más allá del ahora; abrimos uno de sus libros y es como si los convocáramos, están ahí, mirándonos, discutiendo sus puntos de vista, compartiendo sus emociones, pensamientos, descubrimientos: las hojas dejan de ser papel manchado de rayitas para convertirse en imágenes, en presencias; estamos juntos, vemos lo que querían contarnos, les escuchamos escribirlo.
Nos sentimos parte de ellos, siendo conscientes de que nunca fuimos parte suya. Nos arropan y arrullan con sus palabras, o nos sacuden con sus tesis o asombran con su ingenio. Los ojos siguen el camino de sus pensamientos y se mezclan con los nuestros. Somos uno solo; da igual que esté muerto hace siglos, o vivo en el otro confín del mundo, somos uno solo en ese momento que se ha desgajado del Tiempo, se llega a tocar con el instante en el que lo escribieron y ahora se lee.
Hay una conexión irrompible entre todos ellos y nosotros.
Los conozco y me conocen: somos ese trance en el que la pluma mancha con tinta lo que los ojos recorren con sed, y ese momento no empezó ni terminó: es eterno.

2 comentarios:

  1. Lo misma conexión que haces que establezcan los demás al leerte, grabas a fuego en nuestro recuerdo cada palabra, cada idea, sentimiento, eres capaz de eternizarte en cada lector. Feliz nuevo día!

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  2. Las palabras no son nada si no se dicen, pero tampoco si no se escuchan, el acto intemporal de decir y escuchar es lo que mantiene la memoria de la humanidad, la nuestra.

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