martes, 4 de mayo de 2010

Problemas amigos

"La gente feliz no tiene historia", frase dicha por Simone de Beauvoir. Y tiene razón. Quizá porque al ser feliz ya no se necesite de más -que todo no se puede tener-, así los que no llevan una vida afortunada, tienen historias que contar.

Nos gusta que nos cuenten de los demás, nos interesa saber qué pasó con ese, cómo se metió en aquello, con quién se vio o se dejó de ver..., nos apasiona todo lo que se salga de la norma, de la media. Nos atraen las historias. Nadie se pasa más de cinco minutos atento a la vida tranquila y suave de nadie -a menos que se le vean nubarrones cerca-. Nos gusta en conflicto, el ver qué sucederá, ponernos a un lado o a otro de la contienda, mostrar nuestras simpatías o antipatías, anticipar soluciones. Ese intercambio de argumentos no lo da una vida feliz, por lo tanto previsible.

La frase tiene la misma validez para la ficción; las historias más leídas, vistas, comentadas, son las conflictivas, las que nos enganchan al libro o la butaca desde la primera hoja, el primer fotograma. Y luego qué placer comentarlas, confrontarlas, desmenuzarlas entre todos, empujar a que se vean, lean.
No hay historia universal sin problemas, ya que, qué habría que contarse sin ellos.


2 comentarios:

  1. Efectivamente, la problematización de la realidad.

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  2. Siempre se ha dicho: que hablen de ti, que no perezcas en el olvido. Que hablen de ti, bien o mal pero que hablen. Una vida sin sal no es merecedora de sensaciones fortuitas. No condenaré a quien no quiera moverse demasiado, ( porque cada vez que hablo de esto pienso en “no te salves”¿?) pero a mí por favor dame guerra, después dame paz, quítamela, márcame con luz aunque siempre necesitaré unos rayos de tinieblas. Pero no me des una vida opaca, quiero ver, necesito ver.
    Ficción: se me pasan muchas historias por la cabeza pero me quedo con una. Que hubiera pasado si Francesca si hubiese bajado de la furgoneta en el último momento y corriera como poseída a los brazos de Robert¿? Quizás los puentes cubiertos no tendrían tanto brillo hoy por hoy…Aunque a mí me hubiese gustado que bajará, la manivela del coche estaba tan cerca, era todo tan propicio, aparentemente era todo tan fácil…
    Por una vida con mordiente…

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