viernes, 21 de mayo de 2010

Tesoros

Cuando mi hijo era pequeño nos encantaba ir por el barrio en busca de tesoritos, los había siempre y por todas partes, era maravilloso ver su carita, su alegría cuando encontraba cualquier objeto brillante, o algún juguete perdido, una hoja de árbol bonita, una piedra de forma poco corriente. No fallaba, no había día que no regresáramos cargados de tesoros.
Hoy paseando por las calles me he encontrando con una caja llena de ovillos de lanas de todos los colores, me he quedado embobada mirándolos, la verdad es que la gama era espectacular, me los imaginé trenzados en diferentes prendas, y luego entre los deditos de mi niño, que les habrían encantado deshacer y enredarse en ellos, desenrollando cada madeja y enrollándose él mismo en los hilos de colores.
Mirando la lana recordé también una escena que vi en Santiago de Compostela; un buhonero llevaba una caja de cartón, llena de colgantitos multicolores de plástico, estaba muy llena, iba vendiendo de ella hasta que se desfondó y una lluvia de color cayó al suelo gris, iluminándolo, cientos de piezas de colores invadió esa callejuela gallega. Fue hermoso, la luz les daba de lleno y un arco iris se expandió por el suelo.
Qué cosas más bellas te puedes encontrar sin buscarlas, lo más simple, siempre, es lo más hermoso.

4 comentarios:

  1. Lo mismo pensaría el buhonero, seguro...
    Pero un bello Fragmento, una vez más, mal que le pese al pobre hombre.

    Mañana, sábado, será un buen día para buscar tesoros, por primera vez, con mi hijo... Prometo volver y dar nota de todo lo encontrado...

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  2. Y es que, efectivamente, hasta en los blogs te puedes encontar con cosas bellas como esta idea, así, sin buscarlas...

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  3. Al buhonero le recogieron todos los colgantes,uno por uno, y nadie se quedo con ninguno. Eso también fue hermoso

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  4. Feliz buhonero aquel a quien... ejem...

    Pues bien, señora Fragmentaria: en el Madrid actual, zona 4 Caminos, resulta del todo imposible encontrar un tesoro en condiciones, y aseguro que el listón era bajo.

    Llevo hasta hoy a ello, con niño y sin niño, pero no hay manera...

    Si te sirve de consuelo, otras muchas cosas bellas han aparecido estos días, y también gracias a ideas tuyas...

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